La Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos advirtió que representantes gubernamentales de alto nivel tienen que tener precaución con el uso de las palabras pues el mensaje puede llegar a interpretarse como una reducción del espacio democrático.
Dijo a Proceso Rupert Colville portavoz de la Alta Comisionada Michelle Bachelet: “Los representantes gubernamentales de alto nivel deben ejercer el grado necesario de precaución al hacer declaraciones delicadas que podrían interpretarse como una reducción del espacio democrático y la libertad de expresión u opinión”.
“Dada la importante función ejemplar y el acceso a los medios que tienen, sus mensajes tienen un alcance más amplio y un mayor impacto”, indicó el vocero al ser cuestionado sobre los comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que la revista Proceso“no se portó bien” con el gobernante.
Colville remarcó que “el respeto por la libertad de expresión y una prensa libre e independiente son fundamentales en una sociedad democrática”.
En este mismo orden de ideas, en entrevista concedida al semanario publicada el pasado 11 de julio, el relator especial de la ONU sobre libertad de expresión David Kaye, al hablar sobre el hecho de que el presidente López Obrador suele señalar, nombrar, desacreditar, ridiculizar a medios, periodistas, columnistas o editorialistas durante sus conferencias mañaneras, Kaye lamentó este tipo de conducta comparándola con la actitud que tiene el presidente de Estados Unidos contra la prensa.
“No es tan diferente de Donald Trump llamando a la prensa por nombres y atacando a periodistas”, afirmó Kaye.
El experto de la ONU dejó claro que “no es así como un gobierno debe responder a la prensa o periodistas que no lo favorecen”.
Los gobiernos pueden decir que se se encuentra en desacuerdo sobre todo si presentan los hechos y los datos para sustentar su postura, “sin necesidad de atacar a los reporteros”, consideró Kaye.
En su opinión algunos políticos actúan como si fueran las víctimas y no como si tuvieran una enorme plataforma de la que pueden disponer. Su tribuna es mucho mayor para hablar y para ser escuchados “de la que puede tener cualquier periodista”.
Al comentarle que AMLO defiende su “derecho de réplica”, el relator especial de la ONU para libertad de expresión se mostró en desacuerdo: “No creo que sea una repuesta apropiada decir que tiene el derecho de réplica, no debe ser así”.