El empoderamiento femenino es clave para alcanzar esa igualdad de género por la que mujeres de todo el planeta, con muchos hombres como aliados, están clamando. En el plano empresarial, por ejemplo, las mujeres tienen una participación cada vez más activa, aunque prácticas como el acoso sexual y la brecha salarial siguen estando tan presentes en la cultura laboral, eminentemente machista, que suponen una rémora para su crecimiento.
Es algo que no escapa a las instituciones más importantes como el planeta, como la ONU, que emitió hace unos años una serie de recomendaciones útiles para mantener unas condiciones mínimas de equidad dentro de su seno.
Entre ellas estaban respetar y defender los derechos humanos sin discriminación, velar por la salud de trabajadores y trabajadores en igualdad de condiciones, promover el desarrollo profesional de las mujeres a través de la capacitación y las oportunidades educativas, desarrollar programas responsables para el empoderamiento femenino o difundir y evaluar logros en materia de equidad.
El empoderamiento femenino, sin embargo, comienza desde lo individual. Todo debe partir de un proceso personal en el que la mujer pueda tomar conciencia del papel que ha ocupado socialmente hasta ahora, de subordinación. Se trata de poner en duda lo que ha aprendido, los valores que le han transmitido fruto de una cultura y educación machista, para que pueda consolidar su autonomía y tomar decisiones independientes, llegando a ejercer su capacidad de influir.
El camino, desde luego, no es fácil.
Estar en constante evolución, la clave
Desde su blog, Historias para mujeres, Marie trata de asesorar personalmente a mujeres para que puedan alcanzar el cambio que desean en sus vidas. Más allá de ser mujeres empoderadas, muchas se preguntan cómo ser una mujer exitosa. Eso sí, ella comienza dejando claro que una mujer exitosa no es la que cumplió un objetivo clave en su vida.
Hay que convencerse de que una no se define por los acontecimientos pasados, sino por la realidad que tienen en el presente y por la constante evolución. “No hay talento, nivel de educación, estado civil, nacionalidad o edad que sea denominador común de todas aquellas mujeres nombradas como exitosas”, dice. Eso demuestra que cualquiera tiene las puertas abiertas para construir y tomar las oportunidades que lleven al éxito.
En todo caso, la coach insiste en que la historia y el éxito de esas mujeres importantes no dependen de un logro específico, y en pocas ocasiones se conoce la perseverancia y el desarrollo permanente que les llevó a alcanzarlo. “¿Quieres ser una mujer exitosa? Entonces no busques un instante con el cual alcanzar el éxito. Mejor construye un estilo de vida que te defina permanente y constantemente como una mujer exitosa”, explica.
Marie sostiene que, en contra de lo que pueda parecer, el éxito no con llega con un empleo, y que la buena posición laboral solo es parte de él. Tampoco define el éxito el estado civil, ni la maternidad, ni superar situaciones que impliquen un riesgo. Es, precisamente, la constante evolución, estar en un crecimiento y desarrollo continuo.
Cómo potenciar el desarrollo personal
Así pues, cuando una sabe cómo triunfar y se convierte en una mujer exitosa, llega a formar partes de esas mujeres empoderadas que han podido tomar las riendas de su propia vida. La clave es desarrollo personal mujeres.
Ese desarrollo empieza, decíamos, con una transformación interior, con un descubrimiento personal que supere errores pasados, culpas y frustraciones, que vea virtudes sueños y capacidades. Todos sabemos que la mayoría de nuestras barreras son mentales.
Marie propone siete actividades para potenciar el desarrollo personal, comenzando por la expansión de la mente, la ampliación de conceptos y el aprendizaje. A este respecto, leer es una actividad más que recomendable.
El conocimiento y la formación ayudan para el otro gran ejercicio de desarrollo personal, el aprendizaje de nuevas habilidades. El ejercicio físico y el mantenimiento de una buena postura, que llevan al bien estar, también son factores relevantes.
Marie también invita a practicar la generosidad, a dejar de un lado las quejas y a tener una vida social activa, como claves para el desarrollo personal.
Definir las metas
El de “metas mujeres”, ese amplio concepto, eso que va más allá, dice la coach, de la profesión, el estado civil o la maternidad, que es algo muy personal. A eso de definir tus metas es a lo que invitan los profesionales de la psicología, y lo cierto es que conseguirlas también contribuye a forjar mujeres empoderadas.
Pero hay que aprender a definirlas, hay que comenzar por saber qué se quiere. Hace falta algo más que tener ideas, porque estas se pueden parecer a los sueños, mientras que las metas son algo real. Su definición puede traer miedos y barreras externas, pero definirla es lo que ayudará a trazar un camino para perseguirla.
Tener un propósito da sentido a la vida, ayuda a creer en una misma, a trazar una hoja de ruta y termina sintiendo emociones positivas. Es útil escribirlas, plantearlas como un reto, pensar una fecha límite, poderlas medir y compartilas una vez se han logrado. Por el camino, por supuesto, no vale rendirse, por mucha determinación, trabajo y duro y disciplina que requiera conseguirlo.
Encontrar a la mujer que quieres ser
Esto de encontrar a la mujer que quieres ser es otro de los grandes planteamientos de las mujeres empoderadas o, más sencillo, de una mujer feliz.
Según Marie, visualizar a la mujer que quieres ser marca los comportamientos, actitudes y pensamientos. Vale la pena hacerlo porque ayuda a despertar la fuerza interior, a conocerse y valorarse una misma, a hacer una reflexión interna. Eso ayudará a dejar de ser aquello que otros te inculcaron o te obligaron, a tomar el control.
La mujer que una quiere ser se encuentra dentro de ella misma, así que encontrarla es una forma de sentirse bien consigo misma. Cualquier edad o etapa de la vida es buena para hacer ejercicio que, a veces, requiere de ayuda especializada. Nunca es tarde.