El propietario de una camioneta cotizó su reparación cuando ya tenía unos cuantos agujeros debido al oxido.
Al empezar a desmontar la parte de atrás de la unidad, el mecánico se encontró con numerosos panales de abeja.
Contó que al principio creía que el zumbido que se escuchaba, era algún tipo de ruido emitido por las bocinas viejas, que también tenían que ser reparadas.
Increíblemente las abejas pudieron ser trasladadas a otro lugar con sus panales sin que ninguna de ellas resultara afectadas.