El amanecer del 24 de julio trajo consigo una escena macabra en la tranquila colonia Loma La Paz, en el municipio de Apodaca. Los habitantes, en su rutina matutina hacia el trabajo, se toparon con una perturbadora evidencia de la violencia que asola el estado de Nuevo León: restos humanos desmembrados y dispuestos en bolsas de plástico.
El cruce de las calles Lomas de Suecia y Lomas de Guayana se convirtió en un escenario dantesco. Dos cuerpos mutilados yacían allí, sus vidas truncadas por la brutalidad del crimen organizado. Pero eso no fue todo. Junto a los cadáveres, una cartulina con un mensaje ominoso firmado por el Cártel de Sinaloa.
La facción conocida como “La Chapiza”, dirigida por los hijos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, lanzó una amenaza directa al Cártel del Noreste (CDN), una organización que también ha dejado su huella en los territorios de Nuevo León. En la nota, se burlaban de las mantas que el CDN había colocado en varios municipios, advirtiéndoles que cesaran su “mugrero” y los asesinatos de policías si querían mantener su posición.
Acordonaron la zona
La escena atrajo a la Policía Municipal, quienes acordonaron el área, y a los agentes ministeriales, quienes comenzaron la minuciosa tarea de recolección de pruebas. Hasta ahora, las víctimas permanecen sin identificar, sumidas en el silencio de la madrugada.
Este espeluznante hallazgo no solo revela la crueldad de los enfrentamientos entre cárteles, sino también la audacia de quienes desafían a sus rivales. La colonia Loma La Paz, antes apacible, ahora se encuentra en el epicentro de una lucha sangrienta que amenaza la seguridad de sus habitantes.
En medio de la tragedia, la comunidad se pregunta: ¿cuántos más pagarán el precio de esta guerra sin cuartel? Las autoridades, mientras tanto, enfrentan un rompecabezas de horror y desafío, buscando respuestas en un paisaje de bolsas de plástico y silencio sepulcral.
Foto: Internet
