Banxico con inflación controlada, menor crecimiento y un Fed acomodaticio: Gabriel Casillas

 

@G_Casillas*

El Banco de México sostendrá su próxima reunión de política monetaria en dos semanas y el próximo 15 de agosto la Junta de Gobierno dará a conocer su decisión sobre el nivel de la tasa de interés del referencia. Si tomamos en cuenta los mensajes que ha enviado el Banco de México en sus comunicados más recientes (i.e. comunicado de política monetaria, Informe Trimestral), considero que es poco probable que la Junta de Gobierno decida recortar la tasa de referencia en esta reunión, debido principalmente a preocupaciones por la estabilidad financiera del país. Sin embargo, considero que es muy probable que al menos manden una señal de que podrían estar listos para disminuir la tasa de referencia en el corto plazo.

 

La inflación anual disminuyó de 6.8 por ciento a finales de 2017 a 4.8 por ciento a finales del año pasado y actualmente se encuentra en 3.84 por ciento (segunda quincena de julio). Hacia delante, los pronósticos ubican la tasa anual de inflación para finales de este año entre 3.3 y 4.1 por ciento y entre 3.4 y 4.1 por ciento para finales de 2020 (encuesta Citibanamex del 22 de julio). Por su parte, la tasa de crecimiento del PIB también se ha reducido de 2.9 por ciento en 2016 a 2.0 por ciento en 2018 y los pronósticos tanto para este año, como para el que entra indican que nuestro país solo podría crecer entre 0.2 y 1.5 por ciento en 2019 y entre 0.8 y 2.0 por ciento en 2020 (encuesta de Citibanamex, incorporando el pronóstico más reciente del propio Citibanamex). Así, con una inflación convergiendo al objetivo de tres por ciento del banco central (+/-1 por ciento de intervalo de variabilidad) y observando un crecimiento económico desacelerándose significativamente por debajo de la tasa promedio de largo plazo (2.3 por ciento), todo parece indicar que la Junta de Gobierno del Banco de México podría bajar la tasa de referencia en cualquier momento.

 

Adicionalmente, recordemos que como país emergente, somos ‘tomadores de precio’ de algunos bienes y servicios, cuyo precio se determina en las economías hegemónicas. Tal es el caso de la tasa de interés -que se puede interpretar como ‘el precio del dinero’-, en donde los participantes de los mercados financieros internacionales no se fijan en el nivel absoluto de la tasa de interés de política monetaria de un país, sino en su diferencial con el banco central de la economía avanzada con mayor relación comercial o financiera. En nuestro caso, los participantes de los mercados se fijan en el diferencial de la tasa de referencia de México (8.25 por ciento) con la tasa objetivo de Fed Funds en Estados Unidos (2.375 por ciento), que actualmente se encuentra en poco más de 590 puntos base (5.875 puntos porcentuales, para ser exactos). En este sentido, si tomamos en cuenta que es muy factible que el Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) decida recortar las tasas de referencia en su próxima reunión de política monetaria (mañana) y que además envíe un mensaje acomodaticio o ‘dovish’ (de la palabra ‘dove’ en inglés, paloma en español, que se interpreta como una mayor preocupación por el crecimiento y menor preocupación por la inflación) para dar una indicación sobre las decisiones de política monetaria hacia delante, entonces también se abre un espacio importante -desde esta arista internacional-, para que Banxico pueda relajar las condiciones monetarias (i.e. bajar la tasa de referencia).

 

Por otro lado, los participantes de los mercados financieros internacionales no solo se fijan en el diferencial entre la tasa de referencia de Banxico y la tasa de Fed Funds, sino también en los niveles de las tasas de referencia de otros bancos centrales de economías avanzadas (e.g. Banco Central Europeo o ECB, Banco de Japón) y en los diferenciales de las tasas de interés de otros emergentes con las tasas del Fed, etc. En este sentido, la mayoría de los bancos centrales de economías avanzadas, como de emergentes ya han dado indicación de que es muy probable que relajen sus condiciones monetarias hacia delante e inclusive, han habido varios que ya han iniciado un ciclo de bajas de tasas de interés. Tal es el caso de los bancos centrales de Rusia, Sudáfrica, India, Indonesia, Chile, Corea del Sur y Australia.

 

De esta manera, considero que más que la dificultad que ha registrado la inflación subyacente para descender por debajo de 3.5 por ciento, el único factor que podría impedir que la Junta de Gobierno del Banco de México disminuye la tasa de referencia muy pronto sería el tema relacionado con la estabilidad financiera de nuestro país, sobre todo en torno a la sostenibilidad de las finanzas públicas y las acciones pendientes de las agencias calificadoras de riesgo Moody’s y S&PGlobal, que mantienen la calificación de la deuda soberana de nuestro país en perspectiva ‘negativa’.

*Director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.

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