Una cámara oculta destapa el mayor escándalo de la ganadería ecológica en Francia.
Un empleado aplasta un cordero, desangra a cerdos sin aturdirlos, y se ríe mientras golpea a animales con su bastón eléctrico en el matadero de Le Vigan, certificado como “ecológico”.
El video, de cámara oculta, obliga al Gobierno galo a intervenir.
“Es una práctica intolerable”, asegura el ministro de Agricultura, que ya ha anunciado una investigación, al igual que la Confederación Francesa de Carnicería, que acusa al “consumo irracional, a la industrialización de la carne que se traduce en estos abusos”.
La organización L214 está detrás de las grabaciones, que se suman a las del matadero municipal de Ales. Para L214 el video lleva a una conclusión: “los animales mueren sufriendo. La carne feliz no existe”.
