Usuarios de un aplicación de renta de cuartos compartidos, Airbnb, tomaron la decisión de denunciar a un anfitrión que puso una cámara escondida en la habitación, desde la cual se transmitía en vivo.
Los sucesos fueron denunciados por una de las usuarias, Nealie Barker, quien quiso narrar su experiencia con la aplicación al rentar un cuarto con su familia, en la ciudad de Cork, en Irlanda.
Andrew Barker, padre de la familia, especialista en ciberseguridad, revisó el estado técnico de la conexión a internet de la habitación.
Al hacer la revisión, pudo detectar un puerto abierto que transmitía en vivo lo que sucedía en la cuarto, al grado que pudieron tomarse una selfie viendo directamente a la cámara escondida en un detector de humos.
Los invitados le enseñaron al anfitrión la evidencia, luego de negar la existencia de la cámara, e iniciaron una queja con Airbnb.
Horas después, la compañía de renta de cuartos dio de baja la habitación reportada.