Con un tono sarcástico, Roberto Flores, procurador General de Justicia de Nuevo León, compareció ante el Congreso local para explicar los tres adeudos que tenía en un casino de Las Vegas, Nevada, y que omitió informar a los legisladores cuando fue designado.
Justificó el silencio porque “es una cuestión personal”. “Hace 20 años fui a Las Vegas y entonces jugué y perdí”, dijo al inicio de la comparecencia realizada ayer en el piso 10 del recinto legislativo.
Sostuvo que nunca sacó su chequera y firmó un cheque sin fondos. “Eso no sucedió nunca. Para todos aquellos que no entienden o no saben cómo funciona la cuestión del crédito en Las Vegas, funciona por medio de un elemento de cambio que se llama promissory note”, refirió.
DIJO QUE EL DOCUMENTO ES UN EQUIVALENTE A UN PAGARÉ Y QUE NO LO PUDO LIQUIDAR POR CUESTIONES ECONÓMICAS.
“Situaciones adversas económicas que se presentaron en mi vida no me permitieron terminar de liquidar la deuda, la que fue solicitada por medio del fiscal general de Nevada a un servidor”.
Agregó que en su oportunidad celebró un convenio de pago el cual logró aplazar la liquidación de los créditos. “Si fue mucho o poco tiempo, eso fue parte de mi habilidad como abogado”, aseguró.
Indicó que aunque logró aplazar lo más posible la liquidación de los créditos, pagó el último el 13 de agosto de 2015, antes de comparecer para el cargo de procurador.