Carlos Sánchez y Sara Pimentel (ambos comerciantes de peluches) fueron condenados a la reinstalación y pago de los salarios caídos por discriminación y despido injustificado en contra de Laura Palma, comenta a Diario Noticias Web el abogado Marco Antonio Escobedo.
“CON DINERO O CON PALANCAS”
Refiere el litigante que actualmente se cometen muchos abusos y arbitrariedades en contra de los trabajadores, ya que el patrón supone que “con dinero o palancas” puede resolver sus problemas jurídicos.
Refiere que en el caso de Laura, sus expatrones acudieron solo tres de diez veces a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) para declarar a su favor; de hecho, prefirieron cerrar la tienda que tenían en un lujoso centro comercial del sur de la Ciudad de México, que pagarle a su cliente lo que le adeudaban.
Ello, sin embargo, no los exime de acudir a la JLCA para aclarar las cosas y pagar el monto de aproximadamente 100 mil pesos a Laura; de lo contrario, “se les arrestará por desacato”.
“ME TRATABAN MAL”
“Que yo recuerde solo yo era la única trabajadora a la que trataban mal, pues nunca vi que a los otros empleados que trabajaban con ellos le dijeran algo ofensivo o discriminatorio”, narra Laura Palma a este periódico.
Dice que el maltrato y la discriminación contra su persona se hicieron más evidentes cuando les confesó que “estaba embarazada”.
A partir de ahí vivió un sistemático maltrato y hostigamiento laboral. “Buscaban que yo renunciara a mi fuente laboral, lo cual no iba a hacer, ya que esa actividad era mi forma de mantenerme”, narra y puntualiza:
“Ojalá los encuentran y paguen lo que me deben, pues he gastado todo mi dinero en la manutención y parto de mi hija; que según me dice el abogado, les tocaba pagar a ellos por no inscribirme al Seguro Social”.
ARTIMAÑANA PARA EVADIR A LA JUSTICIA
Anota el licenciado Escobedo que no es la primera vez que dos patrones huyen de la ley en un caso de discriminación y despido injustificado, pues es común que muchos empresarios utilicen dicha artimaña para evadir la acción de la justicia.
“Desgraciadamente hay muchos patrones que hacen lo mismo que estos sujetos y que no acatan las órdenes de un órgano federal”, fustiga y dice sentirse frustrado por la precaria situación que atraviesa Laura, por lo que recomienda no dejarse de patrones que abusan de la necesidad de la gente para violar la ley.