Mujer adoptó a un gatito que resultó ser… ¡un puma salvaje!

Animales

En el mundo existen muchas personas de gran corazón que van por la vida rescatando animalitos de la calle, dándoles así una segunda oportunidad. Una de ellas es una mujer en Argentina, que encontró dentro de una cueva a dos gatitos y los llevó a su casa, rescatándolos de la muerte.  Mientras pescaba en un lago con su hermano, la mujer, de nombre Florencia, escuchó ruidos dentro de una cueva, por lo que se decidió a inspeccionar. Cuando entró, descubrió a los pequeños felinos amamantándose del cadáver de su madre, por lo que ella no dudó y los llevó a casa consigo. Uno de ellos estaba demasiado débil, por lo que a pesar de los cuidados de la mujer, éste murió una semana después.

 

Sin embargo uno sobrevivió y, según relató Florencia, el pequeño felino, Tito, como ella lo bautizó, se comportaba como cualquier otro gato bebé, juguetón y comelón. Sin embargo, en cuanto el animal creció y su aspecto cambió,  la joven comenzó a sospechar que quizá no se trataba de un gatito cualquiera, y comenzó a visitar veterinarios para que la ayudaran.  Debido a que no encontraba una respuesta clara, la mujer decidió contactar con la Fundación Argentina de Rescate Animal, quienes recogieron al animal, lo revisaron y le informaron que en realidad, había estado criando por casi tres meses a un puma yaguarundí salvaje.

Sin embargo uno sobrevivió y, según relató Florencia, el pequeño felino, Tito, como ella lo bautizó, se comportaba como cualquier otro gato bebé, juguetón y comelón. Sin embargo, en cuanto el animal creció y su aspecto cambió,  la joven comenzó a sospechar que quizá no se trataba de un gatito cualquiera, y comenzó a visitar veterinarios para que la ayudaran.  Debido a que no encontraba una respuesta clara, la mujer decidió contactar con la Fundación Argentina de Rescate Animal, quienes recogieron al animal, lo revisaron y le informaron que en realidad, había estado criando por casi tres meses a un puma yaguarundí salvaje.

 

Sin embargo uno sobrevivió y, según relató Florencia, el pequeño felino, Tito, como ella lo bautizó, se comportaba como cualquier otro gato bebé, juguetón y comelón. Sin embargo, en cuanto el animal creció y su aspecto cambió,  la joven comenzó a sospechar que quizá no se trataba de un gatito cualquiera, y comenzó a visitar veterinarios para que la ayudaran.  Debido a que no encontraba una respuesta clara, la mujer decidió contactar con la Fundación Argentina de Rescate Animal, quienes recogieron al animal, lo revisaron y le informaron que en realidad, había estado criando por casi tres meses a un puma yaguarundí salvaje.

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