MUSEO DEL JUGUETE: MÁGICO VIAJE POR EL MUNDO DE LA FANTASÍA (REPORTAJE)

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El lugar constituye un delicioso viaje en el túnel del tiempo, donde los visitantes –de cualquier edad-, pueden ver sus juguetes favoritos de cuando eran niños, en una exhibición única en el planeta.

Se alojan más de un millón de piezas, incluyendo de porcelana, de las cuales 40 mil están a la vista y el resto están en las bodegas de este enorme lugar.

Museo que se distingue por su magia y la alegría que causa a los visitantes, quienes siempre se van con una gran sonrisa y satisfechos no sólo por ver una exposición, sino de rememorar aquellos años maravillosos de la infancia.

ROBERTO SHIMUZO, SU FUNDADOR

Su fundador es el arquitecto Roberto Shimuzo, quien desde los 10 años comenzó a coleccionar sus juguetes.

Empezó a guardar cada pieza como un gran tesoro en las bodegas de los negocios de su familia, que se dedicaba a la producción de plásticos y tenían papelerías.

Fue hasta el año 2007 que Shimuzo decidió desempolvar su tesoro y mostrarlo al mundo a través de un museo, el cual reflejara los siglos XX y XXI a través de sus juguetes.

Pablo Neruda, sostuvo: “En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”.

¿Listos para iniciar esta gran aventura a través del Museo del Juguete?, ubicado en Doctor Olvera 15, Colonia Doctores, Delegación Cuauhtémoc.

DEL CHAVO DEL OCHO A LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

Entre los juguetes exhibidos resaltan las figuras de acción de La Guerra de la Galaxias, las figuras de El Chavo del Ocho y la colección de aviones, entre las que hay aeronaves de la Segunda Guerra Mundial y avionetas.

Jorge Luis Robles, arquitecto de 45 años va con su pequeño hijo Nicolás, de 6, y queda admirado de los juguetes en miniatura y carritos de diferentes materiales como madera, metal y porcelana.

De niño –comenta a  Diario Noticias Web  divertido-, me ponía loco con los cochecitos, y ¨con los cuates de la cuadra jugábamos carreritas pintando una autopista con un gis sobre la banqueta de la calle¨.

Más adelante vemos a Claudio Ramírez, contador de 29 años, sorprendido con la máscara gigante que abarca parte del primer y segundo pisos de este mágico y entrañable lugar.

LUCHADORES DE LA TRIPLE A

Con la leyenda “La colección de juguetes más grande del mundo”, este recinto promete a sus visitantes un gran recorrido por la historia del juguete y los recuerdos de la infancia.

Pedro Ruíz, de 9 años se emociona con las clásicas figuras de luchadores de la Triple A; de pronto festeja ver los carros eléctricos para niños. Corre a subirse, pero su madre lo detiene: ¨No te puedes subir¨, le espeta doña Carolina, de 35 años.

El niño hace una mueca de enojo, está en la fábrica de juguetes de los Reyes Magos y no lo dejan jugar para preparar –desde septiembre- su carta. ¨Es para que no se le olvide a Melchor mis regalos¨, dice a los reporteros.

Los juguetes proceden de países como Alemania, Inglaterra, Japón y Rusia; la mayoría están en perfectas condiciones .

En un mundo tecnológico, también se pueden encontrar alcancías del Pato Donald, divertidas máquinas que adivinan el futuro, máscaras de cartón y juegos de mesa.

A propósito de ello, ¿hace cuánto que no juegas Escaleras y Serpientes o a la Lotería?, donde ansiabas saliera La Sirenita, El Borracho, El Valiente o La Bandera para ganar el peso de los contrincantes o los frijolitos. Lo importante era divertirse y convivir con los amigos o en familia.

¨Mi infancia fue muy feliz –comenta con los ojos llenos de lágrimas doña Petra Flores, de 59 años-. Mis padres nos sentaban a la mesa, antes de la cena y nos poníamos a jugar, que a la lotería, palillos, damas chinas y damas inglesas¨.

¨Ahora mi nietecito Poncho, de 7 años juega con la computadora, ya no con sus primos, amigos o sus papás, como antaño. Eso es terrible, porque los chicos se han vuelto solitarios y poco comunicativos¨, lamenta.

“EL SECRETO MEJOR GUARDADO”

Este museo ha sido nombrado por el diario The New york Times como “el secreto mejor guardado” de la Ciudad de México; y por la guía de viajes Loony Planet como un lugar surrealista.

Además, diferentes publicaciones internacionales le han dedicado suplementos especiales por el espléndido colorido que tiene y la colección que posee.

María de los Ángeles Salazar, empleada de este lugar, aseguró que se albergan juguetes fabricados desde 1920.

La mayoría son hechos en México por artesanos y empresas nacionales, muchas ya desaparecidas, ante la llegada de juguetes extranjeros.

Mario Castañeda, visitante del lugar va feliz; dice que en términos generales le gustó la exposición; en especial le agradaron los aviones, los cuales le remontaron a su niñez.

¨Me fascinó la colección de figuras de luchadores de la triple A y los triciclos, los cuales me hicieron retroceder en el túnel del tiempo, cuando tenía 5 años. Esta exhibición es muy interesante y pronto voy a traer a toda mi familia a verla”, dijo.

En promedio, al Museo del Juguete acuden unas 700 personas cada fin de semana.

Es un proyecto cultural de la familia Shimuzo para ofrecerle cultura de manera divertida a la colonia Doctores y a todos los que quieran hacer un viaje por el mágico mundo del juguete.

Actualmente esta galería es sede de conciertos por Internet y ofrece talleres constantemente.

Su costo es de 25 pesos y se pueden tomar fotografías de sus cinco salas.

Abre de 9 de la mañana a 6 de la tarde de lunes a viernes; y sábados y domingos de 9 de la mañana a 4 de la tarde

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