Obras del Tren Maya fragmentarán 2 reservas naturales

 

La reserva natural de Calakmul, ubicada en el estado de Campeche y considerada la segunda reserva de selva más importante de la América tropical por su extensión de vegetación continua, solo después del Amazonas; así como la Reserva de Sian Ka’an, Quintana Roo, que resguarda un sistema de ríos subterráneos que interconecta cenotes y petenes, podrían estar amenazadas por la construcción del Tren Maya.

 

La construcción de este proyecto turístico provocará daños a su conectividad ecológica, pues fragmentará el espacio natural, de acuerdo con el estudio “El Tren Maya, ¿por qué están tan preocupados los biólogos?”, elaborado por Casandra Reyes y Celene Espadas, del Centro de Investigación Científica de Yucatán y la Unidad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Yucatán, respectivamente.

 

CONTROL DE PLAGAS Y POLINIZACIÓN

Ello, pese a que reservas ecológicas como éstas regulan la temperatura y proveen agua. Su fauna contribuye al control natural de plagas, además de servicios como la polinización, que beneficia a la agricultura y la preservación de las especies vegetales, en un momento particularmente vulnerable, debido a la muerte masiva de las abejas y murciélagos, principales polinizadores del planeta, por la acción humana.

 

Además, es refugio para grandes felinos como el jaguar y el puma que controlan poblaciones de herbívoros y mantienen un control natural sobre estas poblaciones.

 

La selva además ofrece un espacio de identidad cultural para las comunidades locales, pues conciben su cosmovisión a partir de la selva y sus prácticas y pensamientos buscan establecer una relación de armonía, lo menos depredadora posible con la naturaleza.

 

Por ello, la falta de infraestructura turística ha permitido mantener estos espacios en buen estado de conservación, pues el acceso a las zonas arqueológicas como Calakmul es difícil, por lo que apenas es visitado por menos de 40 mil paseantes al año.

 

PROBLEMAS COLATERALES

Con la construcción del tren se calcula que de unos 17 millones de visitantes que viajan al año a Cancún, tres millones de ellos irían a Calakmul.

 

Además, Giovanna Gasparello, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), advirtió que este proyecto generaría un turismo de masas, con el supuesto objetivo de crear desarrollo, pero también traerá problemas colaterales como: la trata de personas, el lavado de dinero y el tráfico de drogas.

 

Algo similar ocurrió en Playa del Carmen, donde en 2017 hubo un índice de homicidios dolosos de 89 por cada 100 mil habitantes, cuando el promedio nacional es de 25 por cada 100 mil. En Bacalar, con solo 90 mil habitantes, el índice es de 38.1. Por ello, reiteró que el turismo masivo de sol y playa está basado en despojos de tierras, en los cuales están involucrados grandes inversionistas.

 

Advirtió de que este nuevo proyecto turístico concentrará a los campesinos que viven en comunidades dispersas, en 15 centros urbanos por construir o ya existentes, para disponer de su fuerza de trabajo en la industria turística. Esta situación generará desarraigo y tendría a la gente en estado de vulnerabilidad, debido a que la economía podría decaer por factores como el incremento en la llegada de sargazo a las playas o la incidencia delictiva en la región.

Fuente: teorema.com.mx / Foto: Iberoeconomia

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