Un correo electrónico interceptado por el grupo Guacamaya reveló que en 2014 el Ejército mexicano tenía la oportunidad de capturar a Johnny Hurtado Olascoaga, alias “El Pez”, uno de los líderes de la Familia Michoacana. Sin embargo, el operativo nunca se llevó a cabo.
El correo electrónico, enviado el 25 de abril de ese año, indicaba que “El Pez” asistiría a una fiesta de XV años en el poblado de El Potrerillo, en los límites de los municipios de Arcelia y Teloloapan. El denunciante señalaba que los pobladores de la zona protegían al delincuente porque les ayudaba económicamente con el dinero que obtenía de los secuestros y extorsiones que cometía en otros municipios.
La denuncia incluía una serie de detalles que permitían identificar al objetivo, como su fecha de nacimiento, su estatura y su apariencia física. También indicaba que “El Pez” estaría acompañado de un grupo de escoltas.
La información del correo electrónico era precisa y oportuna. Sin embargo, el Ejército no tomó ninguna acción al respecto.
Conclusión
La falta de respuesta del Ejército a la denuncia de “Denuncias Guerrero” es un claro ejemplo de la incapacidad de las autoridades mexicanas para combatir el crimen organizado.
Este caso es especialmente indignante porque ocurrió en el contexto de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que fueron secuestrados por miembros de la delincuencia organizada en Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
La oportunidad perdida de capturar a “El Pez” podría haber contribuido a evitar la tragedia de Ayotzinapa.