En Xalapa, Veracruz, los señalamientos de tránsito se respetan. Un taxista que infringió el reglamento fue infraccionado, pero tratando de que no lo multaran aplicó una singular estrategia: Se arrodilló ante la uniformada que le levantaba la sanción y lloró.
-“¡Te lo juro… vengo para dar de comer a mis hijos y tú me vas a levantar una infracción…”, y el llanto surgió.
-“Exageras”, le dijo la agente de tránsito estatal.
-“TE LO JURO, LA MUJER ABRIÓ LA PUERTA ¿QUIERES QUE YO ME LA LLEVE? ¡NO, POR DIOS!”, DIJO EL CONDUCTOR.
-“Respeta los señalamientos. ¡Respeta!”, le indicó la uniformada.
-“Ando trabajando, no ando robando honradamente, ganándome un peso”.
La agente de tránsito, enfatizó: “Los señalamientos no están de lujo, no están de lujo. No los pusieron de adorno”.