Expertos críticos han revelado datos alarmantes sobre la influencia del crimen organizado y el narcotráfico en las elecciones presidenciales de este año en México. Según estudios respaldados por prestigiosas instituciones como Harvard, Sydney, East Anglia de Reino Unido y Royal Military de Canadá, se estima que estas organizaciones tienen una amplia cobertura de hasta el 81% del territorio nacional, lo que les permite interferir en el proceso electoral.
Miguel Ángel Lara Otaola, autor del informe titulado “Desafíos del crimen y la violencia en las elecciones mexicanas”, advierte que este año podría ser el más violento debido a la magnitud de los comicios que se llevarán a cabo el 2 de junio, donde se disputarán más de 20 mil cargos en todo el país. México ya se sitúa como el cuarto país con más homicidios en el mundo, posicionándose detrás de Nigeria, India y Brasil. En este contexto de creciente violencia, el crimen organizado encuentra la oportunidad de ejercer influencia en los resultados electorales y en los candidatos elegidos.
El investigador explica que esta influencia se manifiesta a través de las tres “C”. La primera de ellas es la circulación de dinero ilícito, que se destina a financiar campañas políticas y obstaculizar la participación ciudadana, así como a influir en autoridades locales y medios de comunicación. La segunda “C” hace referencia a los colectivos, es decir, grupos que son corrompidos por el dinero circulante y que terminan respondiendo a los intereses del crimen organizado. Por último, se encuentra la cobertura, que supone una grave preocupación, ya que los cárteles del narcotráfico han logrado infiltrarse tanto en la economía formal como en la informal, abarcando un porcentaje entre el 50% y el alarmante 81% del territorio nacional.
Desde el comienzo del año 2024, se han registrado ya cinco asesinatos de políticos en México. Uno de los casos más recientes fue el de Samantha Fonseca, precandidata de Morena al Senado de la República, quien perdió la vida después de visitar a un individuo en una prisión de la Ciudad de México. Además, se han reportado los asesinatos de otros políticos importantes, como Míriam Ríos, comisionada de Movimiento Ciudadano en Michoacán, y Alfredo Giovanni Lezama, secretario general del PAN en Morelos y regidor de Cuautla, entre otros.
InSight Crime, una fundación reconocida, ha señalado que los cambios de poder político suelen estar acompañados de actos violentos, ya que los grupos criminales y los funcionarios electos negocian nuevos acuerdos de trabajo. En el caso de México, debido a la estructura actual del crimen organizado y a la diversidad de actividades en las que se involucran, se prevé que esta reconfiguración pueda desencadenar un aumento significativo de la violencia política con un alto grado de impunidad.
En resumen, la influencia del crimen organizado y el narcotráfico en las elecciones mexicanas es una problemática real y preocupante. Es fundamental que se tomen medidas urgentes para combatir esta situación y garantizar la transparencia en el proceso electoral, así como la seguridad de los políticos y de la ciudadanía en general.
