El campamento de migrantes que fue instalado hace más de un año en el bordo del Río Bravo, en Matamoros, Tamaulipas, no se evacuó pese a la alerta de la creciente del caudal.
Los más de mil 600 centroamericanos, asentados en el campamento, se niegan a ser trasladados a un albergue.
Las autoridades señalaron que, pese a que el Río Bravo no se desbordó tras la apertura de las presas de la región, continúa la temporada de huracanes y el riesgo es latente.
Hace días fueron retirados los baños, las regaderas, los lavabos y todos los servicios con los que contaban los ciudadanos extranjeros.
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Fuente: Televisa News
Foto: Alianza Fronteriza