Revocación, ¿a qué tanto brinco estando el suelo tan parejo?

 

Mouris Salloum George*

No desviemos el reflector: Lo que hoy está en el centro del debate político -si es que, a eso, le puede llamar debate-, es el asomo de la democracia participativa, que ha puesto a temblar a los abogados de la democracia representativa, cuyos depositarios no representan más que a sí mismos.

 

Algunos teóricos identifican la democracia participativa -ejercicio directo del ciudadano– como democracia sustancial. De eso se trata el asunto.

 

Los que aprobaron y festejaron la consulta popular

Aclarando paradas: Al terminar el sexenio de Felipe Calderón, las bancadas dominantes en el Congreso de la Unión eran las del PRI y del PAN.

 

Esas bancadas dieron la mayoría calificada a la iniciativa para elevar a rango constitucional la figura: Consulta popular, vinculada al derecho ciudadano de iniciar leyes.

 

La primera tentativa, fallida, del ejercicio concurrente de la consulta popular, fue en las elecciones intermedias de diputados federales en 2015.

 

Iniciar leyes (artículo 35/ Carta fundamental): En 2014, cumpliendo en tiempo y forma la Constitución, el Partido Sinaloense (PAS) movilizó pueblo para introducir ante el Senado una iniciativa ciudadana que versó sobre dos cuestiones: 1) Segunda vuelta electoral, básicamente en la elección presidencial, y 2) Revocación de mandato.

 

Estamos hablando de hace casi cinco años. El Poder Judicial de la Federación, incluso, llamó la atención al Senado por no cumplir el procedimiento legislativo correspondiente.

 

La revocación de mandato ya estaba establecida en algunos estados; si mal no recordamos, en Guerrero, por ejemplo.

 

Sirvió de modelo para la Constitución de la Ciudad de México

Una lectura a vuelo de pájaro de los festejos retóricos por la institución de la consulta popular, informa que no se regateó el valor democrático de ese avance.

 

En la Asamblea Constituyente para dar un diseño político a la Ciudad de México, los tribunos bordaron bellas piezas oratorias sobre la multicitada figura constitucional.

 

Pero los que le echaron tanta crema a sus tacos con la tal consulta, cambiaron a la baja en la correlación de fuerzas surgidas en las elecciones generales de 2018.

 

Tronaron chinampinas cuando el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México fue expuesto a consulta popular: Que incumple la Constitución, que si las leyes y su reglamentación fueron atentadas… que.

 

Asalto a las tribunas; ahora por otros asaltantes

En su campaña, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a poner a consulta su permanencia en el poder a mitad de su mandato.

 

Ahora resulta que, según sus detractores, el Presidente quiere “ver su fotografía” en las boletas electorales de las elecciones intermedias de 2021.

 

Revocación-reelección, decían unas cartulinas de los que ayer armaron alboroto en los recintos parlamentarios, una vez que se allanó la iniciativa sobre la consulta popular sobre el tema revocatorio.

 

Entre los llamados al tribunal mediático, estuvo Margarita Zavala, buscadora de registro para su propio partido: Se trama, expectoró, un atentado contra la democracia representativa. ¿Quién les entiende, pues?

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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