Seguramente has preguntado por qué a veces nos tiembla un párpado. De acuerdo con Rubén Pascual, oftalmólogo del Hospital San Pedro, situado en Logroño, España, se trata de “contracciones involuntarias de algunas fibras musculares del orbicular del párpado, el músculo encargado responsable de cerrar el ojo y parpadear”.
Cada contracción dura décimas de segundo y se repite con una frecuencia de uno a cuatro por segundo, en ocasiones se presentan por instantes y, en otros casos, persisten días enteros. Pascual, indica que “se llaman fasciculaciones y no son contracciones eficaces, no son coordinadas y simultáneas, por eso el párpado no se cierra”.
Su intensidad es variable, algunas personas tienen una leve palpitación o un temblor imperceptible para los demás; para otras, son notorias. Hay casos en los que la visión se distorsiona, y “es algo así como si saltara la imagen, como cuando grabas un vídeo mientras corres”, explicó el oftalmólogo.
Los científicos no han logrado determinar qué causa las fasciculaciones del párpado, sin embargo, se cree “que es un desorden puntual de regulación del sistema nervioso, pero no está claro”.
El estrés y estimulantes como el café o algunas drogas, contribuyen a su aparición. Cuando su frecuencia supera lo habitual, suele vincularse con un periodo de nerviosismo, depresión, angustia o ansiedad.
