La fobia es un miedo irracional a una cosa o situación, y puede presentarse casi frente a todo: arañas, cucarachas, ratones, alturas, incluso a los payasos.
La aversión a los payasos, denominada coulrofobia, es más normal de lo que podríamos pensar y se ubica entre las diez fobias más comunes, sólo es superada por el miedo a las arañas o las inyecciones; y aunque no es una situación exclusiva de niños, suele manifestarse en la infancia.
De acuerdo con psicólogos, la coulrofobia, es catalogada en el “Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales” (DSM -IV), como una fobia específica que podría relacionarse con la transgresión a lo familiar que suponen estos personajes, sin embargo, el tamaño exagerado de sus zapatos, la vestimenta colorida, el maquillaje exagerado y las pelucas, se convierten en algo perturbador.
Debido a que el rostro refleja nuestras emociones y los gestos faciales permiten comunicarnos, usamos nuestras expresiones para provocar empatía y, en el caso de los payasos, se limita dicho rango con su maquillaje, lo cual puede ser molesto si nos exige sonreír cuando no deseamos hacerlo.
