En el minuto 90, el portero de los Tigres Nahuel Guzmán se acostó en la cancha para simular que estaba dormido, e ironizar con ese acto lo poco atractivo que fue el empate a cero entre los regiomontanos y los Diablos Rojos.
Alfredo Talavera será el jugador que más recuerde el partido de ida de las semifinales. Los Tigres, con su imponente ataque, más de una vez fueron frenados por los reflejos del portero de los Diablos, y hasta un penal, antes de terminar el primer tiempo, les detuvo.
FRENAN AL GALO
André-Pierre Gignac era el futbolista que más llamaba la atención. El galo se adaptó de inmediato al balompié mexicano y los 13 goles que lleva hasta el momento eran prueba de su poderío. Desde el minuto tres, tras un pase de Javier Aquino, intentó anotar, pero Talavera le enseñó al europeo que no sería fácil vencerlo durante la eliminatoria.
Cuando Gignac no puede, el equipo de Ricardo Ferretti tiene la oportunidad de explotar las bandas. Javier Aquino y Jürgen Damm, por lo menos en la primera parte, tuvieron la vía abierta por los costados y fue en una jugada de Aquino, en la que el árbitro marcó penal.
Aquino hizo una pared con Gignac, Andrés Ríos lo intentó frenar con una barrida y el ex del Cruz Azul terminó en el suelo. El silbante señaló el penal.
DETIENE PENAL
Gignac quiso cobrarlo, pero Juninho le arrebató el balón. El brasileño lo colocó desde los 11 pasos, mientras que Talavera se movía de un lado a otro sobre la línea de la portería.
El capitán de Tigres disparó y Talavera se lanzó para con una mano detener el esférico, luego, en el piso, tomó la pelota para evitar que el rebote llegara a los pies de alguno de los Tigres.
