El aspirante a la nominación presidencial republicana, Donald Trump, abandonó ayer el compromiso de apoyar a un candidato del partido que no sea él, una señal de aumento en la fricción con su principal rival, Ted Cruz.
“No, ya no lo hago”, respondió Trump, cuando se le preguntó en un evento de la cadena CNN si todavía mantiene la promesa que hizo el año pasado de apoyar a quien sea el candidato republicano para las elecciones en noviembre.
COMPROMISO DE LEALTAD
La firma por parte de Trump de un compromiso de lealtad en septiembre pasado fue importante para ayudarle a ganar credibilidad en el Comité Nacional Republicano. El compromiso también fue firmado por todos sus rivales.
El cambio de opinión viene en momentos en que Trump intenta defenderse del desafío que plantea Cruz, senador por Texas, que va segundo lugar detrás del empresario de Nueva York en la carrera por los mil 237 delegados necesarios para ganar la nominación.
Cruz, fue consultado más temprano en el evento de CNN si cumpliría el compromiso de apoyar al candidato si no era él, pero declinó dar una respuesta directa.
“Déjame que diga mi solución a eso”, dijo Cruz. “Donald no va a ser el candidato del GOP. Vamos a vencerlo”.
GOLPE DE GRACIA
Por su parte, Trump minimizó las posibilidades de que Cruz pueda ganar la nominación presidencial republicana en una lucha por los delegados en la convención de mediados de año, pero dijo que si el senador emerge “es porque él es el grupo dominante”.
Trump afirmó que espera propinarle el golpe de gracia a Cruz durante las primarias de la próxima semana en Wisconsin. Se burló del senador por adornar sus antecedentes y advirtió que de ganar la nominación los demócratas dirán que Cruz no puede ser Presidente debido a que nació en Canadá.
Ninguno de los tres aspirantes a la candidatura presidencial republicana se ha comprometido a apoyar a quien el partido elija como candidato para las elecciones de noviembre. Esto augura una convención nacional caótica y fracturada en julio.