Un récord de 6,6 millones de estadounidenses pidieron un subsidio de desempleo, según los datos oficiales de la última semana, superando las expectativas de los analistas en el marco del impacto económico de la pandemia de coronavirus.
Las medidas de contención decretadas frente a la pandemia por cada estado, en diversos grados de severidad, han obligado a muchas compañías a cerrar sus puertas o reducir drásticamente su actividad. El sector comercial y del transporte, muy afectado por la marcada desaceleración del comercio, es el que ha perdido la mayor cantidad de empleos, según datos provisorios. Otros sectores severamente penalizados son los del ocio, la hotelería, y la construcción.
Los crecientes despidos han llevado a muchos economistas a estimar hasta 20 millones de empleos perdidos para finales de abril. La tasa de desempleo podría subir hasta el 15% este mes, por encima del récord anterior del 10,8% establecido durante una profunda recesión en 1982. No obstante, se prevé que la cifra se mantenga en máximos históricos durante las próximas semanas, ya que los estados no han procesado aún todas las solicitudes y muchos otros empleados todavía no realizan el trámite, ante el colapso de los sistemas y las medidas sanitarias de prevención.
Muchos empleadores están recortando sus nóminas para tratar de mantenerse a flote porque sus ingresos se han derrumbado, especialmente en restaurantes, hoteles, gimnasios, cines y otros lugares que dependen de la interacción cara a cara, ante las recomendaciones de distanciamiento social. Las ventas de automóviles se han hundido, y las fábricas han cerrado.
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