«Actualmente existen muy pocos autos en el mercado mexicano por debajo de los 200,000 pesos, cuando hace cinco años teníamos por lo menos 30 modelos por debajo de ese mismo precio», comentó Gabo Salazar, especialista de la industria automotriz.
La desaceleración económica, la reducción de sueldos de más de cinco salarios mínimos, el incremento en las tasas de interés y el significativo encarecimiento de los autos derivado de la depreciación del peso frente al dólar ha provocado que la venta de autos en México caiga en un bache, que más bien socavón, y que haya hilado 25 meses de bajas.
Albrecht Ysenburg, socio líder del sector automotriz de KPMG en México, explicó que el encarecimiento de los autos se debe a que la producción en México y en todo el continente está dolarizada: «aquí los autos se venden en pesos pero el costo de la producción de los autos se determina en dólares. El incremento en los precios en los últimos dos años está 100% relacionado con la depreciación del peso», apuntó.
La moneda mexicana sufrió una depreciación de 58% durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. En 2012 el tipo de cambio era de 12.94 pesos por dólar, mientras que a finales de 2018 rondaba 19 unidades por dólar.
En 2016 la venta de autos en México batió récord. Durante ese año se comercializaron un millón 607 mil 165 unidades -la mayor cifra en la historia del país-. Pero, a partir del segundo semestre de 2017 comenzó una caída en las ventas que parece no tener freno.
De acuerdo con un reporte de BBVA Bancomer otras de las razones que explican la caída en la venta de autos es el aumento en el costo de las gasolinas, así como también del costo de financiamiento.
Los combustibles fueron uno de los insumos que más elevaron su precio en la última década. Entre 2012 y 2018 la gasolina Magna y el diésel se encarecieron 81%, mientras que el precio de la Premium aumentó 86%.
Hace tres años la tasa de crédito automotriz promedio se ubicó en 11.5%, y actualmente el promedio de ésta ronda 13.5%. Es decir que la tasa de interés para comprar un auto es unos dos puntos porcentuales más cara que la de los créditos hipotecarios, que rondan 11%.
En 2016 el auto más barato del mercado costaba 126 mil 700 pesos (Chevrolet Spark Classic), mientras que hoy el más accesible del mercado cuesta 30 mil 400 pesos más (Nissan March, de 157 mil 100 pesos).
«El poder adquisitivo de la gente no ha aumentado y el precio de los autos se elevó de tal manera que los autos más económicos ya no son tan económicos, lo cual hace mucho más complicado hacerte de un auto nuevo», comentó Salazar.
En los primeros cinco meses de este año la colocación de vehículos nuevos a través de un financiamiento fue de 320 mil 443 unidades, esta cantidad representa una baja de 9.7% contra el mismo periodo del año anterior.
El Informe Situación Regional Sectorial de BBVA Bancomer detalla que el segmento del financiamiento automotriz es de los más sensibles a la tasa de corto plazo, que como parte de la política monetaria del Banco de México (Banxico) se ha ubicado en 8.25%, la tasa más alta de los últimos 10 años, de cuando la economía mundial entró en crisis.
Durante su conferencia mensual de julio, el director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate, declaró: «llevamos 25 meses a la baja, no se puede negar que el mercado automotor en México está en crisis. Si alguien opina distinto, yo lo respeto, pero los datos están ahí».
Ysenburg explicó que existe una incertidumbre general que está afectando al sector automotriz específicamente a partir de 2019, «pero también está relacionado a una cierta saturación del mercado».
La AMDA estimaba que a partir de enero la caída en las ventas de autos comenzaría a revertirse al ver que no sucedió así, extendió el plazo para el segundo semestre, pero ahora prevén que la recuperación podría llegar hasta 2020.
Fuente: josecardenas.com