A pleno mediodía y cuando cientos de personas estaban en la celebración del Domingo de Ramos en Catedral, decenas de policías municipales se enfrentaron a vendedores de globos, entre los que había niños y mujeres, debido a órdenes dictadas por el presidente municipal Ricardo Gallardo Juárez de blindar la Plaza de Armas y otras calles del Centro Histórico al ingreso de vendedores ambulantes.
Versiones de personas presentes en el lugar de los hechos afirman que fue Antonio Garza Nieto, director de Seguridad Pública Municipal, quien dirigió el operativo. En estas acciones hubo vendedores que sufrieron importantes pérdidas de dinero, pues sus productos volaron. Hubo vendedoras que opusieron una feroz resistencia al embate de la policía municipal.
Los vendedores de globos denunciaron a la sociedad potosina haber sido víctimas de un acto brutal, porque jamás se les avisó a ellos que también se les prohibiría el ingreso al primer perímetro del Centro Histórico.
Debe subrayarse que el Reglamento de Plazas y Mercados no exige a vendedores de globos obtener permiso del ayuntamiento para realizar ese comercio, al considerarse como un giro tradicional y que no afecta la imagen de la zona. De hecho, en administraciones municipales anteriores fueron dotados de puestos móviles de acero para realizar su actividad.
Paradójicamente, después del altercado y de que varios vendedores y sus familias perdieran una buena cantidad de su patrimonio, tuvieron permiso para realizar su trabajo como ha sucedido desde tiempo inmemorial.
Debido a ello, hubo una protesta en la Plaza del Carmen para exigir la renuncia de la directora de Comercio del Ayuntamiento de la Capital, Dolores Eliza García Román.
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