Una menor de 12 años de edad falleció a raíz de las complicaciones provocadas por un trágico accidente, cuando su brazo fue succionado por la bomba de una alberca, permaneciendo sumergida en el agua por quince minutos.
Hace dos semanas, Alisa Adamova, originaria de San Petersburgo, Rusia, se encontraba de vacaciones con su familia en Bodrum, un popular destino turístico en Turquía.
El 18 de agosto, la menor estaba nadando en la piscina del hotel donde su familia se había hospedado cuando su brazo fue succionado por la bomba que suministraba agua al tobogán.
Al ver que Alisa no podía liberar su brazo, su padre y otros turistas alertaron al personal del hotel que apagaran el sistema de bombeo, pero éstos no podían hallar el switch interruptor.
La madre de Alisa recuerda cómo su marido se lanzó a la alberca e hizo todo lo que pudo para liberar a su hija por la fuerza:
Él trató de sacarla, pero su mano estaba fuertemente succionada por la tubería de la bomba. Pidió auxilio. Otros invitados se apresuraron a ayudar.
Quince minutos tuvieron que pasar para que Alisa pudiera ser sacada del agua, con parte de la bomba aún atorada en su brazo. El cuerpo de la adolescente estaba pálido y no respondía a la respiración boca a boca.
Cuando la ambulancia llegó a la escena, Alisa fue trasladada a un hospital cercano. En el camino, los paramédicos lograron reanimarla, consiguiendo que su corazón volviera a latir.
Once días después del accidente, su padre informó que Alisa había fallecido, no obstante los mejores esfuerzos de médicos rusos y turcos, y algunas señales de que la niña podría recuperarse.
La familia mostró su agradecimiento a la gente turca y rusa que brindó su apoyo pero aseguró que se encontraban devastados.
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