A fin de concretar el proyecto del Tren Maya, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) ya no descarta las expropiaciones como último recurso para hacerse de tierra.
Alejandro Varela Arellano, director jurídico del Fonatur, dijo que si bien tienen anuencia de 98% de ejidos que se encuentran en el trazo de la vía férrea —se trata sólo de permisos para hacer estudios técnicos—, aún no tienen algún acuerdo formal con ejidatarios y con propietarios particulares para incorporar tierra a la principal obra del gobierno federal.
De hecho, precisó, el restante 2% corresponde a propiedades privadas en las que no han podido obtener las anuencias para realizar estudios de mecánica de suelo y topográficos.
EXISTEN RESISTENCIAS
Aseguró que lo óptimo sería la incorporación de tierra de común acuerdo, pero existen resistencias que de no ser posible revertir los obligarían a hacer uso de las expropiaciones.
“Nuestro último camino va a ser pagar por la tierra, si no tenemos socios es porque no estamos socializando bien el proyecto. Dudas hay muchísimas; de aquí a que generemos los polos de desarrollo en torno al Tren Maya tenemos tiempo para convencer a la gente con hechos; habrá gente que no quiera sumarse, gente que diga yo no entiendo tu modelo. A mí cómprame”, expresó.
Y añadió: “Ahí el reto es encontrar formas de pago justo y correcto, no nos vamos a cerrar con que me dijo el valuador son 5 pesos, porque no estamos pagando sólo la tierra, estamos pagando patrimonio social y patrimonio histórico y eso tiene que tener valores distintos”.
Varela Arellano adelantó que buscarán a toda costa incorporar al mayor número de socios al proyecto antes que optar por el último recurso que serían las expropiaciones.
UNA PARTE DEL RECORRIDO QUE YA TIENE VÍA
Un tema que hasta el momento no se ha podido socializar es el hecho de que existe una parte del recorrido del tren que ya tiene vía. Se trata del tramo que va de Palenque, Chiapas, hasta Valladolid, Yucatán, donde sólo se requerirán trabajos de adecuación de la vía para soportar trenes modernos.
El otro gran tramo es el que correrá de Escárcega, Campeche, hasta Cancún, Quintana Roo, recorriendo prácticamente de sur a norte todo el estado quintanarroense. Es en este tramo en el que no existe vía, pero se cuenta ya con 95% de los derechos, ya sea sobre tramos carreteros o debajo de las líneas de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad.
En realidad, los mayores requerimientos de tierra serán en torno a las estaciones del tren y es en donde el Fonatur está centrando las negociaciones con los ejidos para la aportación de la mayor cantidad de tierra, pues el Tren Maya no es sólo un proyecto férreo, sino que plantea todo un reordenamiento urbano y social que permita una planeación regional para los próximos 50 años, recordó el director jurídico.