La Justicia argentina impuso penas de 42 y 45 años de cárcel a los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, respectivamente; y de 18 años al jardinero Armando Gómez por abusos sexuales a alumnos con discapacidad auditiva en un instituto de la provincia de Mendoza (oeste)
Las tres personas fueron declaradas culpables de diversos delitos sexuales, con diversos agravantes por tener a su cargo a los menores, en un total de 25 casos sucedidos en el Instituto Antonio Próvolo.
La indagación del caso comenzó a finales de 2016, cuando un exalumno hipoacústico -que actualmente tiene 19 años- del instituto de la localidad mendocina de Luján de Cuyo y cerrado desde diciembre de ese año, denunció haber sufrido abusos en el centro por parte de Corbacho cuando tenía 5 años.
En los diversos registros realizados en el instituto se encontraron vídeos que supuestamente contenían pornografía y 550.000 pesos (unos 8.800 dólares).
La causa ya tiene como condenado al monaguillo Jorge Bordón, de 51 años, quien confesó el año pasado, durante un juicio abreviado, que fue autor de once abusos y tendrá que cumplir diez años de prisión.
El Instituto Próvolo tieneuna sede en Verona (Italia), donde en 2009 un grupo de 67 exalumnos denunció abusos por parte de varios sacerdotes, entre los que se encontraba Corradi, oriundo de la ciudad italiana, según testimonios como el de Ana Franchetto, quien afirmó que el cura que hoy fue condenado le “arruinó la vida”.