Científicos británicos afirman que la cantidad de incendios activos durante el mes de agosto pasado fue en realidad tres veces más alta que en 2018 y la más crítica desde 2010, y sugieren que el aumento está vinculado al proceso de deforestación que ha sufrido la zona.
Un nuevo informe realizado por investigadores de la Universidad de Lancaster, en Reino Unido, mostró que la deforestación detectada durante el mes julio fue casi cuatro veces el promedio del mismo período en los tres años anteriores.
Esta evidencia fue recopilada mediante el sistema de detección de deforestación “DETER-b” perteneciente al gobierno brasileño, el cual calcula la cantidad de terreno explotado mediante la interpretación de imágenes tomadas por satélites de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA).
“crisis de quema del Amazonas”
Las imágenes analizadas por DETER-b, muestran que la deforestación continuó a un ritmo muy superior al promedio en septiembre.
A pesar de que las sequías son un importante factor que propicia la aparición de los incendios, las llamas que devoraron la selva amazónica en agosto, no tuvieron su origen en este fenómeno, sino que pudieron haber sido causadas por la combustión de grandes cantidades de biomasa deteriorada.
Si bien, el alcance total de incendios no se tiene contabilizado por completo, los investigadores reconocen en su documento una “crisis de quema del Amazonas”.