Un pequeño de 11 años de edad fue ultimado por un familiar suyo al tratar de defender a su hermana de ser violada. La tragedia se dio en la urbe boliviana de Riberalta.
De acuerdo con Iván Rojas, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la Policía Boliviana, el menor perdió la vida tras recibir ocho puñaladas. Gracias a su heroísmo, la niña pudo salir con vida.
“La hermana recibió cinco puñaladas en su intento por evitar la violación”, indicó el jefe de la Policía. La adolescente, de 13 años de edad, fue llevada a un hospital del área donde está estable.
En lo que respecta al presunto atacante, éste fue identificado como un pariente cercano de la víctima, de 28 años de edad. Por ahora, está en calidad de arrestado.
Este hombre podría hacer frente a cargos por infanticidio e intento de violación y, de ser hallado culpable, tendría que cumplir una pena máxima de 30 años en prisión.
A lo largo del 2019 se produjeron 43 casos de infanticidio en Bolivia. Muchos de los acusados fueron los mismos padres de las víctimas, según datos de la Fiscalía General del Estado.
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