Joel y su piano hicieron un recorrido por toda su carrera colocando recuerdos y éxitos en la voz de las poco más de 54 mil personas que se dieron cita en el recinto y durante poco más de dos horas el público escuchó y aplaudió cada uno de los más de 20 temas que el músico presentó.
Con una explosión de luces blancas que iluminaron el escenario y el piano al centro del mismo, Billy, de 70 años, apareció en el entarimado donde, con Big Shot, arrancó la presentación.
De los blancos, el diseño de iluminación pasó a los tonos morados y verdes que se mezclaron, mientras las pantallas laterales y central —que estaba partida en seis bloques— proyectaban diferentes gráficos que se movían a la velocidad de las teclas que Joel presionaba con Pressure.
MÁS DE MEDIO SIGLO EN LOS ESCENARIOS
Luego, el escenario cambió de colores entre rojo y púrpura y Honesty hacía cantar a algunos conocedores de la discografía del pianista.
Con Just The Way You Are, el público decidió que era momento de capturar el momento, y con celular en mano lo grabaron, mientras algunos recordaban que José José hizo un cóver en español y, por qué no, cantaban esa versión.
Canciones como Zanzibar, Say Goodbye to Hollywood, New York State of Mind, Allentown, Extremes y Always a Woman fueron complementando el set de la noche y la historia personal de Joel que ha plasmado en sus canciones; los buenos y los malos momentos que lo forman como individuo.
Con más de medio siglo en los escenarios, el músico originario de El Bronx, no podía dejar de lado en este recorrido plasmar las influencias del jazz y del blues neoyorquino que fueron parte fundamental de su formación profesional, como My Life, The River of Dreams, Nessun Dorma y el tema que lo catapultó a los reflectores en 1973: Piano Man.
