El Departamento de Estado norteamericano publicó su informe anual sobre Derechos Humanos en Venezuela, en el que denunció torturas y asesinatos extrajudiciales.
“Venezuela es legalmente una república constitucional multipartidista, pero durante más de una década el poder político se ha concentrado en un solo partido con un ejecutivo autoritario que ejerce un control significativo sobre el poder judicial, el poder ciudadano (que incluye al fiscal general y al defensor del pueblo), y ramas electorales del gobierno, y dio pie a un cuerpo legislativo paralelo e ilegítimo junto al elegido existente”, comienza el texto.
Luego señaló los “continuos informes de abuso policial”, la “participación de grupos armados ilegalmente” y las “detenciones arbitrarias”, además de que la dictadura no reconoce la autoridad de Juan Guaidó -el jefe del Parlamento- como presidente encargado.
EEUU mencionó el rol de los llamados “colectivos” y los definió como “grupos armados patrocinados por el régimen”. Además, subrayó que hubo “continuos informes de abuso policial” y de persecución a la prensa independiente. “El antiguo régimen de Maduro restringió la libre expresión y la prensa al bloquear las señales y cerrar medios de comunicación privados”, recordó.
El informe del Departamento de Estado va en sintonía con el de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien brindó este martes una actualización de su estudio sobre la crisis en Venezuela. “Mi oficina sigue recibiendo denuncias de tratos crueles a los presos”, denunció.
El gobierno estadounidense, al igual que la ex presidente de Chile, enfatizó en que “continúan las tensiones políticas” en el país petrolero y que hay “tensiones entre fuerzas de seguridad y la población que se manifiesta pacíficamente” en las calles. Ambos recordaron que la persecución sigue en el país, justo horas después de una masiva marcha impulsada por Juan Guaidó que fue brutalmente reprimida por las fuerzas chavistas.
En tanto, el presidente encargado de Venezuela anunció una nueva movilización para este jueves, después de que las fuerzas represoras del régimen atacaran de manera violenta la marcha del martes con el objetivo de dirigirse hasta el Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional.
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