Ante ello, Sandra acudió a las autoridades correspondientes a denunciar los hechos y compartir su testimonio a través de los medios de comunicación, ya que en ese grupo también se exhibía una foto suya. Sin embargo, los ayuntamientos salieron en defensa de los acusados, en particular de Rolando Vásquez, quien ya había sido denunciado por amedrentar a otra activista por mensajes de texto, pero fue ignorada.
Se emitó un comunicado por parte del presidente municipal de Tamazulápan, Artemio Ortiz, en el que se respalda a Rolando, asegurando que a pesar de lo sucedido, “se ha conducido con cordura, legalidad y respeto” y se cuestionan las declaraciones de Sandra.
Posteriormente, en conferencia de prensa, el titular del INPI, Adelfo Regino Montes, mencionó que se notificó al órgano interno de control para que realizara las investigaciones pertinentes. Sin embargo, el funcionario normalizó lo sucedido al compararlo con el comportamiento que hubiese tenido cualquier ciudadano que se comunica a través de chats: “Entiendo que son gente de Oaxaca, son ciudadanos y como cualquier ciudadano tienen sus grupos de Whatsapp”, afirmó el titular federal.
216 mujeres, entre activistas y defensoras, así como 78 organizaciones, dedicadas a la defensa de los derechos de las mujeres, emitieron una carta dirigida al titular del INPI, donde reprueban la “ligereza de su postura”, tras la denuncia sobre el chat donde se exhibía y cosificaba a mujeres ayuujk y mixes.
Integrantes de la Red de Abogadas Indígenas (organización que emitió la carta) dijeron estar sorprendidas e indignadas con la respuesta, pues esperaban que como titular de la instancia nacional que atiende a los pueblos indígenas emitiera una condena, lo que no sucedió.
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