Hace más de tres meses aparecía en una ciudad china llamada Wuhan un nuevo coronavirus de muy alta transmisibilidad que pronto se esparcería en más de 150 países de todo el mundo y causaría más de 400.000 contagios y 17.500 muertos.
El virus, alrededor de 900 veces más pequeño que el ancho de un cabello humano, se está propagando de persona a persona en todo el mundo con mucha rapidez, lo que obligó a varios países a cerrar sus fronteras y establecer cuarentenas prolongadas a fin de evitar la circulación interna de sus ciudadanos, como el caso de Argentina, dispuesta desde el pasado viernes 20 de marzo.
Este tipo de situación mundial genera distintos estados emocionales como ansiedad, miedo, soledad, temor, tristeza, depresión y muchos más. Pero fundamentalmente el miedo a ser contagiado. Debido a que este virus es tan nuevo, el entendimiento de los expertos acerca de cómo se transmite es limitado. Sin embargo, pueden ofrecer algo de orientación sobre las maneras en las que parece transmitirse y en las que no.
Según precisa la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV). Un nuevo coronavirus es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.
Los coronavirus se pueden contagiar de los animales a las personas (transmisión zoonótica). De acuerdo con estudios exhaustivos al respecto, sabemos que el SARS-CoV se transmitió de la civeta al ser humano y que se ha producido transmisión del MERS-CoV del dromedario al ser humano. Además, se sabe que hay otros coronavirus circulando entre animales, que todavía no han infectado al ser humano.
Esas infecciones suelen cursar con fiebre y síntomas respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). En los casos más graves, pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
Las recomendaciones habituales para no propagar la infección son la buena higiene de manos y respiratoria, cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar con una servilleta o con el pliegue del codo, no utilizando las manos que luego pueden tocar otras superficies y contagiar a más personas que la toquen y la cocción completa de la carne y los huevos. Asimismo, se debe evitar el contacto estrecho con cualquier persona que presente signos de afección respiratoria, como tos o estornudos.
¿Si estoy cerca de una persona enferma, me voy a contagiar?
Si bien hay muchas cosas que todavía no se saben del nuevo virus, los expertos evalúan cuatro factores de contagio en juego: qué tanto te acercAs, la cantidad de tiempo que estás cerca de la persona, si la persona expulsa gotas virales (o gotículas) sobre uno al hablar, toser o estornudar y cuánto tocas tu rostro, fundamentalmente la boca, la nariz y los ojos.
Desde la OMS y los distintos ministerios de Salud de todo el mundo, refuerzan la premisa de que son mayores las probabilidades de que te cruces con una persona infectada si estás en la calle o en alguna reunión o comercio. Ese es el objetivo del aislamiento y la cuarentena.
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Fuente: Infobae