La propagación de la pandemia COVID-19 ha modificado los hábitos y costumbres del planeta; desde los animales hasta los humanos. La implementación de las medidas sanitarias alteró el mundo de la política y de la economía de cada sociedad. El aislamiento preventivo obligó a la alteración de las rutinas y a la búsqueda de nuevas prácticas en tiempos de ocio. Y frente a este panorama inédito y único, el mundo del ajedrez, una actividad lúdica por antonomasia, exhibió una de sus mejores virtudes: su capacidad de adaptación a las herramientas informáticas para convertirse en un boom de seguidores ante la ausencia de competencias deportivas en el planeta.
Hoy, millones de personas disfrutan de jugar torneos, tomar clases y seguir las partidas de las principales competencias desde los sitios habilitados en Internet. Las federaciones nacionales y los clubes de barrio ahora promocionan sus torneos On Line. Uno de los portales más preferidos por el público, el sitio de ajedrez Chess.com, con casi 36 millones de miembros (personas registradas), anunció que en sus bases de datos se almacenan un promedio de 8,5 millones de juegos diarios. En los últimos diez años la empresa -fundada en EE.UU. en 2007- había tenido un crecimiento promedio del 35% anual en cuanto a suscriptores, pero ante la realidad del confinamiento, su avance en el último trimestre alcanzó la cifra proyectada para el próximo decenio.
Pero esta modalidad del juego y su seguimiento por Internet no es una novedad en el ajedrez competitivo; la FIDE (la federación internacional de ajedrez, según sus siglas francesas) programó en marzo último el torneo Candidatura (se disputó en Ekaterimburgo y fue suspendido promediando la prueba como consecuencia del cierre del espacio aéreo en ese territorio) que brindaba el seguimiento en vivo de las partidas y alcanzó picos de audiencia de casi un millón de espectadores diarios.
Esto despertó el interés del campeón mundial, Magnus Carlsen, que mientras cumple con la cuarentena en su casa en Noruega, convocó a nuevos auspiciantes y lanzó un súper torneo “Magnus Carlsen Invitational”, que comenzará mañana sábado, con ocho de los mejores jugadores del momento -los cinco primeros del ranking, el propio Carlsen, más Fabiano Caruana (EE.UU.), Ding Liren (China), Ian Nepomniachtchi (Rusia) y Maxime Vachier-Lagrave (Francia), junto a Anish Giri (N°10, Holanda), Hikaru Nakamura (N° 18, EE.UU.) y Alireza Firouzja (N°21, Irán)-, que repartirá 250 mil dólares en premios y se jugará por Internet permitiéndole a los expertos y aficionados seguir en vivo las partidas desde el sitio Chess24, con comentarios de especialistas en nueve idiomas.
“Este es un momento histórico para el ajedrez, y dado que es posible jugarlo por Internet, nosotros los jugadores profesionales tenemos la oportunidad de acercarlo a todos los aficionados del mundo que necesitan de una distracción en momentos en los que no hay competencia deportiva en vivo en ninguna parte”, contó Carlsen, de 29 años, N°1 del mundo y que acumula 121 juegos sin derrotas desde hace algo más de un año.
El torneo que se extenderá por 16 días hasta el 3 de mayo, se jugará a 7 ruedas round robin (todos contras todos) donde cada pareja de rivales, en cada jornada, se enfrentarán a 4 partidas, intercambiando los colores de la conducción de las piezas, con ritmo rápido (15 minutos más 10 segundos adicionales para cada jugador desde el movimiento inicial). El ganador del duelo de las 4 partidas, recibirá 3 puntos y 0 el perdedor. Si hubiera empate en 2, tras las 4 partidas, entonces jugarán un desempate único, en el que el conductor con blancas, obligado a ganar, contará con 5 minutos y el de negras, con 4. Si ese juego terminara igualado el bando negro, que tuvo desventaja de tiempo, será declarado vencedor y recibirá 2 puntos y su rival, 1.
Los cuatro mejores clasificados accederán a las semifinales; se repetirá el duelo de 4 partidas por pareja, y tanto en esta serie como en la final, si hubiera igualdad de puntos, el desempate consistirá a diferencia del sistema anterior, con dos series de partidas a 5 minutos más 3 segundos adicionales, y si persiste el equilibrio, entonces, un juego único con ventaja de tiempo para el bando blanco (5 minutos contra 4), obligado a ganar porque el empate favorecerá a las negras.
“El nivel de juego de las partidas no decaerá” aseguró Carlsen, y agregó: “el ajedrez es el único deporte en el mundo donde sus movimientos y reglas son iguales y ejecutables sobre el tablero de madera o la pantalla de una computadora”.
Probablemente del éxito de la prueba dependerá la organización de nuevas competencias bajo esta modalidad, que entre sus mayores beneficios se observa la disminución de gastos de organización (sede, traslado y alojamiento de los invitados) y que entre sus grandes desventajas limita el trabajo de la prensa, el de observar en vivo los movimientos, poses y reacciones de los ajedrecistas desde el escenario de juego, a seguir sólo sus rostros a través de una pantalla.
La modalidad de jugar ajedrez por Internet obliga a extremar los controles del fair play; en el torneo Magnus Invitational, más allá de la conducta profesional de los participantes se incluirán cámaras adicionales que cubrirán el área donde se ubique cada jugador y que permitan observar la computadora utilizada por el ajedrecista durante la partida.
Sin dudas, que con los avances de la tecnología este juego (cuyo origen incierto, según algunos historiadores se produjo en Cachemira, un punto en la geografía India, hace más de dos milenios) se convirtió en una de las mejores actividades adaptada a la era digital. Desde el celular, la tableta o la computadora, ajedrecistas, neófitos y avezados, no sólo pueden tomar clases y jugar, sino que además, desde la comodidad de un sillón en sus casas pueden enfrentarse con cualquier estrella de este juego que decida conectarse a la red y participar en un torneo o brindar alguna sesión simultánea.
Por ejemplo, este sábado 18, a partir de las 21, en Neuquén, el municipio y el Club Santafesino local alentando el slogan “Quédate en casa” le brindará a sus pobladores y a los aficionados del país o rincón del planeta, la posibilidad de participar en un torneo, el II Abierto Ciudad de Neuquén On Line, con ritmo blitz (cada jugador dispondrá de 3 minutos más dos segundos adicionales por jugada para cada partida) desde la plataforma Lichess – https://lichess.org/tournament/NtYehHum – y de ser rivales del juvenil Alan Pichot (el ajedrecista argentino que a más temprana edad logró el título de gran maestro); la figura atrayente del evento
Pero hay más. Tras la aparición del primer caso de coronavirus (en China, el 17 de noviembre de 2019, y en Argentina, el pasado 3 de marzo) y la implementación de las medidas sanitarias de aislamiento de la gente en sus hogares, las herramientas informáticas (algoritmos, plataformas de clubes virtuales y tutoriales -con enseñanzas y análisis para principiantes y expertos-), se convirtieron en preferentes atracciones para millones de personas que consideran al ajedrez como un álgebra atrayente para el discernimiento, con un fuerte contenido táctico y estratégico para la elaboración de planes. Por eso, según sea su intérprete, este juego que llegó a la Argentina a comienzos del siglo XVII, puede ser tomado desde un simple pasatiempo hasta una exigente prueba deportiva. “El ajedrez es el juego más violento que he conocido” aseguró el indio Vishwanathan Anand, campeón mundial en las especialidades blitz, rápido y clásico.
En diciembre último, la FIDE informó que, según los registros del sitio Chessratings.top del investigador letón, Kaspars Migla, la cantidad de ajedrecistas federados en el mundo era de aproximadamente 353.000 casos, por lo que se estima que ciento de millones de personas saben jugarlo o lo practican de manera anónima. La Argentina cuenta con algo más de 5000 ajedrecistas federados, pero según Mario Petrucci, presidente de la federación vernácula (FADA) ese no es un parámetro significativo: “Existe una tendencia muy grande a nivel mundial referida al crecimiento de las actividades amateur. Y el ajedrez no es una excepción. Si lo trasladamos a porcentajes, el ajedrez argentino tiene un 1% de federados y el 99% de sus jugadores son aficionados”.
Así, la gran demanda de participación de los aficionados, confinados en sus hogares por la pandemia, desafió uno de los principios básicos de la economía: la Ley de la oferta y la demanda. Es que en la mayoría de los sitios de Internet, sus usuarios son suscriptores (generalmente pagan una cuota anual), y curiosamente ante el incremento de las inscripciones, los clubes optaron por efectuar promociones y rebajas de sus aranceles. Es decir, a mayor oferta, mayor descuento.
El sitio Lichess.org es uno de los más buscados por los aficionados dado que todas sus funciones son gratuitas, desde jugar con un desconocido rival en cualquier parte del planeta hasta tomar clases con un experto, tuvo un crecimiento exponencial en cuanto a cantidad de partidas disputadas al mes (más del 100%) y el alta de sus usuarios (300%).
“Lo utilizo a veces para jugar, pero le doy mayor atención al servicio dar clases a la comunidad de Lichess. El sitio se adapta muy bien al entrenamiento y a las clases, creo que es muy completo y lo más atractivo es que es 100% gratuito”, comentó el siete veces campeón argentino, Diego Flores, de 37 años. Y agregó: “Estos sitios se ven invadidos en estos días en los que no tenemos posibilidades de competir, y el ajedrez debería aprovechar este boom. Yo jugaba mucho por Internet cuando era chico y recién comenzaba; después lo fui dejando, pero reconozco que para jugar una partida rápida (a 1 minuto, 3 o 5, para cada jugador), sus condiciones son muy similares a las de un juego en vivo. Tiene una adrenalina bárbara (risas)”.
“Naturalmente estamos notando un interés más intenso en el uso de nuestro servidor”, contó el alemán Rainer Woisin, dueño del sitio Chessbase. Y aclaró: “Estamos muy contento que allí se disputen varios campeonatos oficiales como por ejemplo, el alemán, el austríaco y el suizo, y que haya más actividad en torneos y sesiones de entrenamiento organizados por clubes o entrenadores”.
También volcados a la enseñanza, los maestros argentinos Pablo Zarnicki (ex campeón mundial juvenil) y Carolina Luján (N°1 del ranking femenino) lanzaron en estas horas, sus canales personales en YouTube, en los que cuentan sus experiencias y explican algunos de los secretos del juego.
“No soy fanático de esta práctica por Internet, pero me gusta hacerla de manera aislada. Hoy en día, por lo que sucede con el aislamiento en casa estoy un poco más conectado. ¿Dónde?, juego en Chess24, Chess.com y Lichess”, contó el actual N°1 del ajedrez argentino, Alan Pichot, de 21 años. Consultado sobre la posibilidad de utilizar estos sitios para competencias oficiales, el ex campeón mundial Sub16, dijo: “Creo que se pueden jugar torneos oficiales, pero hay que extremar los cuidados para evitar que se produzcan trampas; que si alguien está jugando una partida no se valga de un programa de ajedrez para elegir las mejores jugadas. Tal vez con el uso obligatorio de una cámara que permita visualizar a los jugadores podría ser posible”.
“El mundo virtual está generando cambios en la educación; y el ajedrez se adaptó con facilidad. En el Instituto Obras Educativo los alumnos participan en un torneo mensual que actualmente se transformó semanal. Valiéndonos de las nuevas plataformas, los profesores no sólo jugamos con los alumnos sino que interactuamos. Tal vez por eso, lo más importante es, que más allá de las herramientas que se utilicen, el alumno esté contenido; en contacto y unido a la comunidad”, aseguró el profesor Mario Tejera, coordinador de ajedrez del Club Obras.
En cuanto a los clubes de barrio, también hubo cambios en la organización y políticas de seducción para retener a sus socios; sus principales sostenedores de la actividad.
“Nosotros utilizamos la plataforma de Chess.com para organizar los torneos y fue un éxito; tuvimos más de 700 participantes”, aseguró Leandro Plotinsky, presidente del Círculo Torre Blanca, en el barrio de Almagro. Y aclaró: “hicimos un gran trabajo en los días previos al arranque de la cuarentena utilizando las distintas redes de comunicación para registrar a todos los socios y armar los grupos de chicos, jóvenes, adultos y alumnos. Los profesores mantuvieron sus clases, en día y horario de siempre, valiéndose del sitio Zoom (un sistema de videoconferencias o reuniones virtuales) para armar luego los vídeos con cada tema enseñado. El nuevo sistema interesó no solo a los socios, incluso se sumaron nuevos a nuestro padrón. Todos quieren aprovechar estos servicios. ¿Qué imagino a futuro?, que lo sucedido traerá cambios profundos; el ajedrez llegó a Internet para quedarse, seguramente vamos a tener más trabajo y organizar torneos para la gente que prefiere jugar desde su casa”.
Por lo pronto, la Federación Argentina de Ajedrez anunció que a partir del 1 de mayo, se pondrán en marcha los nuevos campeonatos argentinos oficiales On Line. Alcanzará a jugadores aficionados y expertos; también habrá categoría para mayores. “Establecimos un acuerdo con el sitio Chess.com para utilizar esa plataforma, y tenemos el respaldo del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación. Desde el sitio Ajedrez Latino, los maestros brindarán los comentarios de las partidas. Estos torneos serán clasificatorios para finales en 2020” contó Petrucci. El ejemplo también se replicó en España y Holanda.
“Al principio nos resistimos al cambio; la idea siempre fue tener a la gente en el club, pero la cuarentena nos obligó a buscar nuevos métodos para seguir ligados con nuestros socios. Recurrimos a la plataforma Lichess para brindar el nuevo servicio de organizar torneos On Line, y tuvimos una gran aceptación y hasta duplicamos el número de participantes”, explicó Enrique Scarella, presidente del Círculo de Ajedrez de Villa Ballester. Y también dejó una frase final para la reflexión.
“No sé cómo seguirá todo esto después que pase la pandemia; si la gente volverá a concurrir al club como antes. Pero hay un tema que es el de la adaptación, y sabemos que los jóvenes están más preparados mientras que las mayores son más reacios; nosotros tenemos muchos socios adultos, y ellos quieren jugar tocando las piezas”, afirmó Scarella.
El ejemplo, acaso, refresca la máxima de un ajedrecista de la vieja guardia que ante la consulta de la práctica del juego a través de una pantalla dijo: “No es lo mismo que tocar las maderitas”. Y tal vez tenga razón porque las maderitas conservarán por siempre la vibración y vida propia que sólo los ajedrecistas de ley pueden percibir.
Pero los cambios son bruscos, y la inclusión de la informática alteró los usos y costumbres del milenario juego; el que todavía y orgullosamente mantiene la fidelidad de sus movimientos desde hace cinco siglos. El ajedrez y la Internet construyeron un enroque; una convivencia con millones de razones.
Fuente: Infobae