Sin duda el 2020 ha sido un año muy loco para Elon Musk. Con cosas buenas, como el nacimiento del pequeño X Æ A-12, y cosas malas, como sus serios problemas de liquidez financiera, que lo han llevado a pedir prestado y a vender todas sus casas. Justo esto último lo ha llevado a tomar una muy mala decisión, que podría costarle muy caro.
Ayer les informamos que Elon Musk desafió al condado de Alameda, California, y reactivó en secreto la fabrica de Tesla en Fremont en medio de la crisis por coronavirus. Los propios trabajadores de Tesla filtraron la información a The Verge, que de inmediato puso en alerta a las autoridades locales con su reportaje.
Ahora, en un mail dirigido a The Verge, Musk confirmó que él tomó la decisión de reabrir la fábrica de Tesla, violando una orden local que le impedía hacerlo. No sólo eso, Musk afirmó que asume toda la responsabilidad y dijo que “si alguien tiene que ser arrestado, pido que sea sólo yo”.
Esta historia se remonta al fin de semana pasado, cuando Elon explotó en Twitter, criticando la decisión del condado de Alameda de impedirle reactivar su fabrica de Tesla, que estaba cerrada desde marzo, por no ser una “empresa esencial”. Musk intentó convencer a las autoridades de que la orden estatal de quedarse en casa, establecida por el gobernador Gavin Newsom, no debería afectar a las empresas. El gobernador Newsom, conciliador, había dicho que estaban preparando una nueva revisión del caso, pero creía que Tesla podría reabrir sin problemas a más tardar el 18 de mayo.
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