En América Latina, la inversión extranjera directa caerá en 2020 hasta un 50% interanual, debido a la crisis derivada del COVID-19, y tendrá efectos adversos en los sectores turístico, de transporte y materias primas, establece un reporte publicado por la ONU.
El estudio sobre inversiones globales de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) sitúa a al continente americano como una de las regiones que se verán más afectadas por la caída de la inversión, derivada del desplome de la oferta, la demanda, y las políticas anticrisis, que constreñirán el flujo de capitales.
La pandemia combina un malestar político y social con debilidades estructurales, empujando a las economías latinoamericanas a una profunda recesión y exacerbando los desafíos para atraer inversión extranjera, asegura James Zhan, director de Inversión y Empresa de la UNCTAD, al presentar el informe.
Dicho reporte pronostica que los precios bajos del petróleo y las materias primas perjudicarán especialmente a la inversión extranjera en las principales economías de Sudamérica (Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Perú), que dependen de este capital foráneo para sus industrias extractivas.
colapso turístico
En tanto, refiere que las economías del Caribe, “se verán fuertemente afectadas por el colapso del turismo y la interrupción de la inversión de viajes y ocio”, y también prevé efectos adversos en la industria manufacturera automotriz y textil de la región.
A nivel mundial, el organismo de Naciones Unidas prevé que la inversión extranjera directa caiga un 40% interanual en 2020, vuelva a bajar en 2021 entre un 5% y un 10% y no remonte hasta 2022.