El Gobierno de México lleva a efecto estudios en colaboración con la UNAM, para descartar cualquier riesgo de contagio de coronavirus en el agua potable y las aguas residuales, así como para monitorear en las descargas la presencia y avance de la pandemia entre la población.
Se busca contar con mayor información para la toma de decisiones y eliminar rastros de covid-19 en los sistemas de abasto y tratamiento del país.
Así, la Conagua evalúa los procesos de desinfección en las plantas de tratamiento de aguas residuales del Cerro de la Estrella, en Iztapalapa y Acapatzingo, en Cuernavaca, Morelos, así como en las plantas potabilizadoras Los Berros y Valle de México, en el Estado de México, para establecer las medidas preventivas que aplicará en otras instalaciones a nivel nacional, reporta el diario Excélsior.
Vulnerable a los oxidantes como el cloro
Blanca Jiménez Cisneros, titular de la Conagua, reconoció que se detectó parte de la cadena de RNA (ácido ribonucleico) del SARS-CoV-2 en aguas residuales, y aunque la posibilidad de transmisión es muy baja, se están enfocando los esfuerzos en el agua potable, los hospitales y las poblaciones rurales.
A decir de los expertos, el virus es muy inestable en el medio ambiente y por ende susceptible a factores como temperatura, materia orgánica, radiación solar, bacterias y más aún vulnerable a los oxidantes como el cloro que se utiliza para la desinfección en las plantas potabilizadoras y de tratamiento.
El estudio pretende investigar y proponer las medidas para el correcto funcionamiento de los procesos de desinfección del agua potable, así como del agua residual tratada que permitan garantizar agua libre de virus para la población, indicó la Conagua.