Un grupo de astrónomos y astrofísicos norteamericanos registró el primer destello de luz proveniente de una colisión de dos agujeros negros.
El resplandor fue captado en mayo del 2019 y el tiempo transcurrido desde entonces fue necesario para poder atribuir esa señal a un evento cósmico concreto.
Foto: Caltech / R. Hurt (IPAC)
a 7.500 millones de años luz de la Tierra
Un comunicado de la Universidad Municipal de Nueva York, destaca que Ambos agujeros negros, situados en un cuásar a unos 7.500 millones de años luz de la Tierra, giraban juntos dentro de un gigante disco de gas y polvo en el momento en el que se emitió la luz.
Empero, el agujero resultante de la fusión abandonó ese disco y su salida puso fin al destello unos 40 días después del primer avistamiento.
En opinión del equipo científico, el objeto celeste recibe una “patada” que lo envía en una dirección aleatoria y atraviesa el disco.