Fiel a la escuela política en la que se formó, Joaquín Gamboa Pascoe, quien murió ayer a los 93 años por complicación respiratoria, nunca se confrontó con la Presidencia de la República.
Último heredero del corporativismo sindical partidista que creó Fidel Velázquez, el nonagenario lider obrero supo coexistir con los gobiernos federales del PAN.
RITUALES DE APOYO AL PRESIDENTE EN TURNO
Al asumir la dirigencia de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) hacia finales del sexenio de Vicente Fox, Gamboa Pascoe conservó los rituales de las expresiones públicas de apoyo al jefe del Ejecutivo y los encuentros en Los Pinos para conmemorar el Día del Trabajo.
Sin dejar su militancia en el PRI ni el activismo partidista, mantuvo una abierta y muy buena relación con Felipe Calderón, marcada por el reconocimiento a su triunfo electoral, un hecho que el segundo mandatario federal panista siempre retribuyó al líder cetemista.
“Don Joaquín”, como lo llamaba Calderón, acudió a la fiesta de 50 años que el panista celebró en el último año de su estancia en Los Pinos, de quien en varias ocasiones recibió diversos reconocimientos, destacando el de fundador del Infonavit.
REGRESO DEL PRI A LOS PINOS
Convertido en interlocutor de las convocatorias presidenciales blanquiazules al respaldo del PRI en el impulso de reformas, Gamboa Pascoe sobrevivió a la alternancia y celebró eufórico el regreso de su partido al poder con Enrique peña Nieto, a cuya campaña se sumó siempre que fue requerido.