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Teóricos de la conspiración especulan sobre la posibilidad de que científicos alemanes nazis, hayan realizado experimentos con tecnología avanzada de origen extraterrestre, que les permitió construir máquinas voladoras como: Haunebu y Die Glocke. Asimismo, que Estados Unidos consiguió apoderarse de dicha tecnología y la empleó para poner en marcha el programa Apolo.
Los denominados conspiranoicos, señalan que los sistemas de propulsiones desarrollados por los nazis fueron utilizados hace miles de años por antiguos visitantes extraterrestres. Un claro ejemplo, serian los Vimanas de la antigua India.
Además de documentos clasificados y videos de dudosa procedencia, los investigadores rusos afirman que encontraron dos misteriosos “cráneos extraterrestres” y un maletín con emblemas nazis en relieve, en los bosques de una montaña en el Cáucaso. De acuerdo con los investigadores, parece que los cráneos pertenecieron a una especie de bípedos desconocidos para la ciencia.
EL DESCUBRIMIENTO 
El diario ruso Komsomólskaya Pravda, indicó que los cráneos fueron descubiertos por un grupo de exploradores, comandados por el científico Vladimir Melikov, en una cueva en el Monte Bolshoi Tjach, en Rusia.
El hallazgo ocurrió hace dos años, sin embargo, los medios de comunicación internacional, hicieron eco de la noticia, tras la localización de un maletín nazi y un mapa alemán mapa a todo color, en la misma zona.
Estas evidencias, plantean la posibilidad de que Adolf Hitler y los nazis estuvieran involucrados en la búsqueda de tecnología extraterrestre, durante la Segunda Guerra Mundial.
Cuando el etnógrafo e investigador ruso Vladimir Melikov, observó los extraños cráneos pensó que se trataba de animales fosilizados, pero al examinarlos, quedó sorprendido al ver que un agujero redondo en la parte inferior de la cabeza, era la base de su columna vertebral.
“La posición indica que esta criatura se movía a dos patas. Otra cosa extraña es la ausencia de bóveda craneal y de mandíbulas. Una boca, varios agujeros distribuidos en un círculo. Las cuencas de los ojos son inusualmente grandes, y dos proyecciones óseas separadas en forma de cuernos. Sin embargo, los huesos faciales son planos, como en los homínidos”, puntualizó.
Dicha información, le permitió concluir que los cráneos pertenecían a una especie exótica de otros mundos que visitó la Tierra en el pasado. Dos años después del descubrimiento, un ermitaño que vivía en el bosque, condujo al investigador Melikov a un maletín con emblemas nazis en relieve y un mapa de la República de Adigueya, elaborado en 1941.
El ermitaño afirmó que encontró el maletín en una cueva aislada en el bosque, cerca del sitio donde se encontraron los cráneos de dos años atrás; lo sorprendente es que el maletín de color marrón con mango de cuero, tenía en la parte superior el emblema de la sociedad secreta Ahnenerbe.
Ahnenerbe fue una organización secreta, conocida como la “Sociedad de Estudios para la Historia Antigua del Espíritu”; fundada el 1 de julio de 1935 por Heinrich Himmler y Herman Wirth para demostrar que los nórdicos gobernaron el mundo en el pasado, quienes también se dedicaron a la ufología, a lo oculto, y a la investigación paranormal.
Melikov envió las fotografías de los cráneos a paleontólogos en Moscú, quienes reconocieron que nunca vieron algo parecido, pero algunos académicos han sugerido que podrían ser cráneos de ovejas, deformados por la presión durante un largo período de tiempo.
Por su parte, otros investigadores sugieren que los cráneos son de una antigua raza extraterrestre conocida como Anunnaki. Según expertos de Ancient Code, la sociedad secreta nazi Ahnenerbe sabía que los restos pertenecían a visitantes de las estrellas, dioses y los creadores de la raza humana.
