Comúnmente, las mujeres recurren al uso de fajas reductoras para moldear su figura. En seguida, revelaremos mentiras y verdades acerca de su uso, a fin de que elijas la adecuada.
Fajas para moldear la figura: Son de elásticas y sirven en el momento. Se ajustan al cuerpo y moldean la figura, lo cual permite reducir medidas.
La gran verdad de estas fajas es que no favorecen la eliminación de grasa ni la disminución de medidas; al momento de retirarla, las medidas se normalizan. Hay fajas para abdomen, espalda, piernas, pecho, entre otras.
Fajas de licra, neopreno, látex, goma o hule: Actúan elevando la temperatura de la zona del cuerpo con la que entran en contacto y originan una mayor sudoración, sin embargo, lo que se elimina con la faja no es grasa como la mayoría de la gente cree, sino sudor.
Al desecharlo, se reduce peso y, por ende, perdemos medidas a causa de la pérdida de líquidos, lo que puede causar daños a la salud, debido a que provoca deshidratación, mareos, dolor de cabeza y debilidad.
La transpiración es la manera en que el cuerpo regula y disminuye la temperatura cuando se eleva; entonces, si la faja cubre el sudor, impide que este regule la temperatura y el cuerpo produce más sudoración.
Fajas de yeso: Son previamente elaboradas y ajustables; se basa en el aumento de la temperatura corporal de la zona donde se aplican y promueven la eliminación de grasa.
Si los músculos quedan inmovilizados durante mucho tiempo, se origina la pérdida de masa muscular por el uso de yeso en varios días.
