Una guerra civil en el Partido Republicano fue evidenciada ayer, cuando el excandidato presidencial Mitt Romney llamó a su partido a detener la hasta ahora victoriosa campaña de Donald Trump por la nominación de este año y creó una polémica que podría desembocar en división.
Trump es “un fraude” que “le está tomando el pelo a los estadounidenses”, dijo Romney en el más duro y abierto ataque lanzado por un representativo del aparato tradicional republicano contra el empresario.
SUMAN VOCES OPOSITORAS
La andanada, que es la punta de un ataque mayor del aparato tradicional republicano para detener al empresario, provocó un inmediato rechazo de Trump y sus aliados en el sector populista de derecha, así como la amenaza de lanzar una candidatura independiente, un amago que Trump había abandonado desde noviembre.
Pero de acuerdo con medios norteamericanos, grupos conservadores tradicionales vinculados al Partido Republicano exploran la posibilidad de su propio candidato independiente en caso de que Trump sea postulado.
William Kristol, el influyente editor del semanario This Week, indicó que el postulado podría ser el senador Ben Sasse, de Nebraska, que junto con el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, anunció que no votará por Trump si es nominado.