Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, designó a su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, como titular del Ministerio de la Presidencia, pese a que en las últimas semanas lo han vinculado con asuntos de corrupción.
El nombramiento aún no es confirmado por el Gobierno de Brasil, pero sí por Afonso Florence, jefe del grupo del Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados, en declaraciones a la prensa.
De acuerdo con Florence, la decisión fue tomada tras una rueda de consultas que Rousseff tuvo durante los últimos dos días con el ex mandatario en el Palacio de la Alvorada.
Al respecto, detalló: “Tendremos un ministro con larga experiencia para ayudar al país”, la determinación fue tomada “única y exclusivamente con el objetivo de poner fin a la crisis” política y económica,
El diputado rechazó que Lula, como ministro, pueda obstaculizar las investigaciones que tramitan en tribunales en su contra o aquellas que afectan a otros funcionarios del Gobierno o parlamentarios del PT.
“Fue con Lula en el gobierno que se fortalecieron el combate a la corrupción e instituciones como la Procuraduría General, que obtuvo la autonomía que tiene hoy para investigar”, puntualizo Florence.
Una de las principales tareas de Lula, será aglutinar a la fragmentada base parlamentaria del oficialismo, de cara al eventual juicio político que el Congreso podría retomar contra Rousseff, en días próximos.