Ivette Sosa
Un infierno es lo que se vivía adentro del penal Neza Bordo, donde Luis Alberto González Nieto, El Tatos, sometía con torturas, quemaduras, golpizas y extorsiones a los internos, hechos solapados por las autoridades.
En la emisión Mesa para todos con los periodistas Manuel López San Martín y Carlos Zúñiga, Saskia Niño de Rivera, presidenta de Reinserta y experta en temas de justicia, habló sobre “El Tatos” o “El Tato”, quien se asegura ha estado en doce penales diferentes del Estado de México.
Resulta que “Tatos” gozaba al interior del penal de Neza Bordo de ciertos privilegios como contar con teléfono celular, tener a su servicio a un grupo de custodios, grabar golpizas a los reos para extorsionar a sus familias y, en la desfachatez del tipo de Justicia que se aplica en México, se divertía en Facebook donde subía todas “sus hazañas” dentro de prisión.
Y pese a ello, ninguna autoridad -local, estatal ni federal, ni policías cibernéticas-, habían detectado sus andanzas y tomado cartas en el asunto. Clara prueba de que las cárceles, en México, son las mejores universidades del crimen.
LOS INTERNOS TORTURADOS, CALLAN
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) asegura no haber obtenido declaraciones de los internos que fueron víctimas de Luis Alberto González, “El Tatos”, a quienes torturaba para extorsionarlos, en la prisión mexiquense.
Personal de la Fiscalía Regional de Nezahualcóyotl ingresó al penal y contactó a las personas agraviadas que se observan en los videos, donde se aprecia al Tatos quemándolos con aerosol y golpeados con un objeto contundente.
Dos internos mencionaron que es probable que los confundieran y que desconocían lo que aparece en los videos.
Dicha situación es muestra, señalaron las fuentes ministeriales, del código de sigilo que impera en la comunidad penitenciaria y que los obliga a no decir nada, en estricto sentido para proteger a su vida y la de las personas que los visitan.
Queda claro quién gobierna los penales en México.
