La burundanga, como se denomina popularmente la escopolamina, es una droga ideal para cometer delitos: no se detecta y provoca la sumisión total de las víctimas, que no recuerdan nada de lo ocurrido.
La burundanga llegó a España desde América Latina, donde muchos delincuentes la suministran a sus víctimas para cometer robos y abusos sexuales.
El aumento de casos parecidos durante los últimos años en la península Ibérica ha hecho que los especialistas españoles empiecen a concienciar a la población del país sobre el fenómeno, informa ‘El País’.
LA BURUNDANGA NO ES UN INVENTO DE LOS ÚLTIMOS AÑOS
Su nombre proviene de una palabra afrocubana y designa un brebaje elaborado con plantas que se encuentran fácilmente en la península ibérica.
Esta droga era utilizada por los antiguos romanos como veneno, y durante la época medieval era el principal ingrediente del elixir del amor.
Andrés Santiago, jefe de Medicina Legal del Hospital Clínico San Carlos en Madrid y uno de los pioneros en estudiar el tema, apunta que en el centro se registran más de tres casos de uso de esta sustancia al mes, lo que significa que en la capital Española podrían darse 100 casos mensuales.