Se acerca el momento decisivo en Siria y un cambio para el Medio Oriente

 

MSIA Informa

El martes 3 de octubre, el ministro de la Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, un peso pesado del poder mundial, afirmó sin rodeos que el presidente de Siria, Bashar al-Assad, “está venciendo” en la guerra y, por ello, sería conveniente una mayor participación de Estados Unidos para restablecer un cuadro regional favorable a los intereses israelíes.

 

Tal es el mejor indicio de que se acerca el fin del conflicto de Siria, y con un resultado desfavorable a las expectativas del poder hegemónico mundial. Hecho ratificado en las palabras del ministro de Defensa de Israel, quien agregó, “veo una larga fila internacional que se alinea para cortejar a Assad, en especial naciones occidentales y sunitas moderados (a pesar de que el Estado sirio es laico, Assad pertenece a la minoría alauita del Islam –n.e.). De repente, todo el mundo se quiere allegar a Assad,” (YNetnews, 03/10/2017).

 

“Esperamos que Estados Unidos sea más activo en la arena siria y en el Oriente Medio, en general. Nosotros estamos enfrentados a los rusos, a los iraníes y también a los turcos y a Hezbolá, y esto no es sencillo de lidiar día a día,” concluyó Lieberman.

 

TRIUNFO DE LA DIPLOMACIA RUSA

La lista de los opositores mencionados por Lieberman muestra el proceso que, a partir de 2015, revirtió el escenario del conflicto a favor del gobierno de Assad, en un momento en que su caída parecía inminente según la versión de los estrategas anglo-americanos. La mención de Turquía, hasta entonces una base de lanzamiento de gran parte de las operaciones contra Siria, representa un triunfo mayúsculo de la diplomacia rusa, por haber llevado al presidente Recep Erdogan al lado de los “bomberos,” a pesar de los compromisos del país con la coalición militar encabezada por Estados Unidos para combatir, oficialmente, al Estado Islámico (EI).

 

Otra evidencia de la contrariedad del eje encabezado por el “Estado profundo” de Estados Unidos es la serie de ataques de precisión desatada contra las fuerzas sirias y aliadas, tanto por el EI como por grupos yijadistas, los cuales, para el comando militar ruso, sólo podrían haber sido ejecutadas a partir de una información muy precisa y de reconocimientos aéreos –es decir, con la colaboración directa de la coalición.

 

Una gran fuerza del grupo Jabhat al-Nusra desató el 19 de septiembre un violento ataque al norte y el noreste de Hama con el fin de romper las líneas sirias y capturar un pelotón de 29 policías militares rusos que actuaba en tareas auxiliares en la región, una de las zonas de “enfriamiento” del conflicto establecidas en las negociaciones de Astana, Kazajistán.

 

El pelotón ruso quedó cercado varias horas, pero el ataque fue repelido por aviones rusos que atacaron sus blancos casi a “quema ropa,” con lo que los atacantes sufrieron centenares de bajas y grandes pérdidas de equipo.

 

El comando ruso acusó, posteriormente, a la coalición de haber revelado a los yijadistas la posición del pelotón ruso. Días después, tres altos oficiales rusos, entre ellos un general, de visita en Deir ez-Zor, murieron en un ataque de artillería atribuido al EI, que desde el inicio de su cerco a la ciudad, en 2014, no había demostrado esa capacidad. La “coincidencia” con la presencia de los oficiales rusos también llamó la atención.

 

Una semana después, el EI lanzó un ataque concentrado sobre la carretera Palmira-Deir ez-Zor, con fuerzas provenientes de una región cercana a la frontera sirio-jordana que está en poder de las fuerzas estadounidenses. El ataque fue repelido, pero de haber tenido éxito, el avance del Ejército sirio y de sus aliados contra Deir ez-Zor hubiera quedado amenazado seriamente (Moon of Alabama, 05/10/2017).

 

LANZAN ATAQUES, ALEGANDO ACCIDENTES

La gravedad de la situación hizo que el gobierno ruso trasmitiera un mensaje abierto a Washington. En una entrevista difundida por la agencia Interfax (04/10/2017), el canciller Sergei Lavrov apuntó el dedo al comando estadounidense:

 

“Las actividades de las fuerzas encabezadas por Estados Unidos en Siria levantan serias dudas. En algunos casos, esas fuerzas lanzan ataques alegando accidentes contra las Fuerzas Armadas Sirias, luego de las cuales el Estado Islámico contraataca.

 

En otros casos, inspiran a otros terroristas a atacar lugares estratégicos, en los que Damasco ha restaurado su autoridad legítima, o hacen provocaciones mortales contra muestro personal militar. Mencionaría también numerosos ataques “accidentales” contra la infraestructura civil, que han causado centenares de muertes de civiles.

 

“Estamos preocupados –y hemos hablado abiertamente sobre esto- con la táctica de medidas a medias empleadas por Estados Unidos y sus aliados. (…) Desde el punto de vista de los sirios y del Derecho Internacional, esa coalición derrumba las puertas en Siria (le hace el juego al enemigo). El gobierno de Siria muestra tolerancia, en la medida en que las actividades de la coalición se dirigen contra los terroristas en el territorio de ese país.

 

“Nuestra participación en la lucha contra el EI se realiza tanto para asegurar la seguridad nacional de Rusia, como para reforzar la seguridad regional y global.

 

“El uso de la fuerza sola no es suficiente para erradicar el terrorismo en Medio Oriente y en el Norte de África. Estamos convencidos de esto. Nuestra política tiene una ventaja, la de no dirigirse a servir a intereses establecidos y no tener un plan oculto”.

 

VICTORIA SIRIA REDISEÑARÁ TODO EL MEDIO ORIENTE

En un artículo publicado en sitio Consortiumnews.com (30/09/2017), el ex diplomático y ex agente de los servicios de información británicos Alastair Crooke escribió que la victoria siria rediseñará todo el Medio Oriente. Para él, los perdedores son:

1) Los estados del golfo Pérsico que apoyan a los yijadistas;

2) El plan “unipolar” de Estados Unidos;

3) Los promotores del yijadismo como instrumento político y sus apoyadores occidentales;

4) Israel y su estrategia de “divide para dominar” el Oriente Medio;

5) El “Proyecto Kurdistán” patrocinado por Estados Unidos e Israel.

 

Y los vencedores:

1) El régimen de Assad;

2) El secularismo nacionalista sirio, aglutinador de los diferentes grupos étnicos y religiosos que forman la población del país;

3) Rusia, Irán y Hezbolá;

4) China, por el apoyo tras bastidores ofrecido a Siria y sus aliados, con lo que reforzó considerablemente la capacidad de atracción de su mega proyecto de la “Nueva Ruta de las Seda.”

Noticias relacionadas

Comenta