La situación judicial del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva pareció agravarse aún más ayer con la divulgación de un documento de la Fiscalía, en el cual se afirma que “participó activamente” de las corruptelas en Petrobras.
El documento fue obtenido por el diario O Estado de Sao Paulo, que lo publicó en su portal en internet, y elaborado por cuatro de los fiscales del Ministerio Público dedicados a la investigación de las irregularidades en la petrolera, que ha cifrado los daños que sufrió con la corrupción en por lo menos dos mil millones de dólares.
“INTENTA ENCUBRIR LA FALTA DE ARGUMENTOS”
Lula respondió a través de sus abogados, que en una nota dijeron que ese documento “fue elaborado para darle titulares a la prensa” e “intenta encubrir la falta de argumentos” contra su cliente, del que sostienen que “es difamado desde marzo pasado” por la Fiscalía.
Al citar ese mes, la defensa parece aludir al momento en que la justicia ordenó allanar las residencias de Lula y algunos familiares, y que la policía trasladase al exmandatario a una comisaría para prestar declaración sobre el caso Petrobras.
Sobre la petrolera, el documento divulgado por el diario, fechado el 3 de agosto, dice que “hay elementos de prueba de que Lula participó activamente del esquema criminal” que operó en Petrobras “y también de que recibió, directa e indirectamente, ventajas (financieras) indebidas de esa estructura delictiva”.
Considerando que una de las formas de pago de dádivas dentro de la trama montada en Petrobras eran las donaciones electorales, se debe destacar que, desde 2005, Lula admitió haber sabido sobre esas prácticas de financiación ilegal de las campañas políticas”, añade.
LULA SABÍA SOBRE LAS DONACIONES ELECTORALES
También sostiene que “Lula sabía que las empresas hacían donaciones electorales ‘por fuera’ y que había un ávido reparto de los cargos públicos” a fin de facilitar esas irregularidades.
Los fiscales afirman que “no es creíble” que Lula “desconociera la motivación de los pagos ‘en negro’ para campañas”, que fue, según la investigación, uno de los objetivos principales de la red de corrupción detectada en Petrobras, que salpica a medio centenar de dirigentes de casi todo el espectro político.
ESTRUCTURA CRIMINAL PERDURÓ POR LO MENOS UNA DÉCADA
El documento reafirma que “la estructura criminal” en Petrobras “perduró por lo menos una década”, que sitúa entre 2004 y 2014, lo cual coincide con los dos mandatos de Lula (2003-2011) y el primero de Dilma Rousseff, su sucesora y suspendida de sus funciones desde mayo pasado para enfrentar un juicio de destitución.
Además, incluye entre los beneficiados de esas corruptelas a otros dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula, y a miembros de formaciones que integraron la coalición que le acompañó en el gobierno, heredada luego por Rousseff.
El documento también hace referencia a las empresas privadas que participaban en la red de corrupción, que obtenían con Petrobras contratos amañados y con precios inflados, a fin de repartirse luego las diferencias.