Foto: Policía Nacional
Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de Europol y la Oficina de Investigación Criminal alemana, han desarticulado una red de Trata de mujeres nigerianas para su posterior explotación sexual en exclusivas zonas de Ibiza. En la operación, han sido liberadas 21 mujeres, una de ellas de tan solo 16 años.
Fueron detenidas 24 personas, entre ellas, las dos máximas responsables de la organización, que estaba dirigida en sus más importantes escalones por féminas.
Ambas mujeres compartían tanto infraestructura como logística, alojando a las víctimas que explotaban en departamentos, donde las controlaban y trasladaban a las diferentes localidades donde eran obligadas a ejercer la prostitución.
Según informa la Policía Nacional en un comunicado de prensa, la organización captaba a mujeres muy jóvenes entre las clases más desfavorecidas de las principales ciudades nigerianas, engañándolas con falsas ofertas de trabajo en Europa.
Una vez en el país, las obligaban a ejercer la prostitución en jornadas maratonianos de hasta 14 horas, siendo golpeadas si no ganaban el dinero que exigían sus controladores, que podía llegar a los mil euros por noche.
Los traslados de las mujeres nigerianas por todo el territorio nacional eran frecuentes, especialmente a las provincias de Madrid y Castellón durante el invierno y en verano, a zonas turísticas, principalmente a Ibiza.
SOMETIDAS A RITUALES DE VUDÚ
Una vez aceptaban las falsas ofertas de trabajo y antes de partir hacia Europa, las víctimas eran sometidas a rituales de vudú, mediante los que adquirían una especie de contrato de fidelidad con la red, siendo amenazadas con toda clase de males, incluso la muerte, tanto ellas como sus familiares en caso de incumplimiento.
Estos rituales eran practicados obligatoriamente en presencia de un familiar directo de las víctimas.
Otra forma de conseguir víctimas era comprándolas a otras organizaciones en Libia o, incluso, durante el trayecto desde Nigeria.
Las jóvenes eran trasladadas a Europa utilizando dos vías: o bien la terrestre por Libia o, en menor medida, la aérea atravesando Marruecos para acceder a Ceuta.
Una vez en España, eran informadas del verdadero propósito de su viaje, así como de la deuda contraída con la organización: 35,000 euros en el caso de las mujeres que arribaban a través de Libia y 55,000 a las que atravesaban Marruecos.
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