Foto: Captura de video
Un ciudadano portugués de 61 años que pasó más de cuatro décadas de su vida en silla de ruedas ha aprendido a andar, tras conocer que los doctores se habían equivocado a la hora de diagnosticarle.
Su enfermedad resultó ser mucho menos grave de lo que creían y es capaz de tratarse exitosamente con medicación.
A la edad de 13 años, Rufino Borrego fue diagnosticado en un hospital de Lisboa de distrofia muscular incurable, informa ‘Jornal de Noticias’. Aceptando su suerte, desde entonces su vida ha transcurrido sobre una silla de ruedas.
No obstante, en 2010 un neurólogo aseguró que Borrego no sufría distrofia muscular, sino una enfermedad distinta que debilita los músculos conocida como miastenia.
SI HUBIERA SIDO DIAGNOSTICADO DE MANERA CORRECTA AL PRINCIPIO
Podría haber tomado medicación para detener la enfermedad y no habría tenido necesidad de usar la silla de ruedas.
Ha necesitado un año para aprender a andar. En su primer viaje se ha desplazado hasta una cafetería de su barrio en la localidad de Alandroal, en el sureste de Portugal.
Borrego lleva ahora una vida normal. Solo necesita someterse a sesiones de fisioterapia dos veces al año.
A pesar de haber pasado más de cuatro décadas de su vida sin poder caminar, Borrego no siente rencor contra el hospital que lo diagnosticó erróneamente. Admite que la miastenia era poco conocida en la década de los 60. “Solo quiero vivir mi vida”, afirma Rufino.