La posibilidad de que en Marte haya vida inteligente, siempre nos ha cautivado. Los filmes relativos al “Planeta Rojo” fueron muy comunes en el cine en blanco y negro y también en los comienzos de los filmes a color.
De hecho, el término “marciano” ha sido utilizado como genérico por toda la gente a la hora de referirse a un extraterrestre.
ET EN SU VIDA PASADA
Boris Kipriyanovich (alias “Boriska”), es un niño ruso que asegura haber sido un marciano en su vida pasada.
A los 17 meses podía leer los titulares de los periódicos y a los 2 años pintaba como un alumno avanzado, pues podía diferenciar los colores y sus matices. Cuando fue al jardín infantil, sus cuidadoras quedaron atónitas por sus talentos y particular forma de pensar.
El niño posee una memoria excepcional y una increíble capacidad de retener y asimilar nueva información.
A los 7 años, el chico les narró a sus padres un relato cautivante. Les habló acerca de la civilización marciana, sobre ciudades megalíticas, sus naves espaciales y vuelos hacia los varios planetas incluyendo a la Tierra.
Boriska afirmó que era un piloto marciano que le tocaba ir seguido a la Tierra por asuntos relativos al comercio entre su nación y el desaparecido continente de Lemuria (que según la leyenda, estuvo en medio del Océano Pacífico).
GUERRA NUCLEAR EN MARTE
En cuanto a Marte, afirma que la altura promedio de su pueblo era de 7 metros. Refirió que en ese planeta no habitó una sola raza, sino que había múltiples de ellas conviviendo.
Cada pueblo tenía sus propias naves espaciales, sus propias tecnologías y maneras de pensar. Fue así que gran parte de la población que habitaba en dicho mundo pereció en una gran guerra nuclear que destruyó su atmósfera.
Ahora, él asegura, que de todas formas quedaron sobrevivientes que permanecen hoy en día allí, pero en el subsuelo y respiran gas carbónico.
AURA ANARANJADA
Boriska atrapó la atención de científicos rusos en el verano del año 2004. Especialistas del Instituto de Magnetismo de la Tierra y ondas de Radio de la Academia rusa de Ciencias fotografiaron el aura del chico, que resultó ser extraordinariamente fuerte.
“Él tiene un espectrograma anaranjado, lo cual dice que él es una persona alegre, de un intelecto poderoso,” dijo el catedrático, Vladislav Lugovenko.